Los proveedores de combustibles remarcaron los costos del combustible a las estaciones de servicio, a pesar de que el grueso de los operadores, salvo los de YPF, alcanzó el tope permitido en el mercado y no pueden trasladar los aumentos al surtidor. Preocupación en el sector
Según datos de las cámaras empresarias que representan a las bocas de expendio el año pasado bajaron las persianas 183 locales en todo el país. En su mayoría fueron establecimientos blancos y de bandera que despachaban menos de 200.000 litros mensuales y no alcanzaban a cubrir siquiera los costos operativos.
Rosario Sica, la titular de la Federación de Empresarios de Combustibles de la República Argentina (FECRA) considera que esta tendencia negativa va a continuar durante este año por las desfavorables condiciones comerciales que enfrentan las pequeñas y medianas empresas del rubro.
Sosteniendo esto, la experimentada dirigente señaló que “en la provincia de Buenos Aires las petroleras privadas achicaron la utilidad de las estaciones” remarcando los productos por encima de las posibilidades que establece el mercado.
Esta reducción de la utilidad se explica por efecto de la Resolución 35, que pone un techo a los combustibles conforme a las referencias más altas que se registraban en el día 9 de abril. Sica precisa que salvo los comercios de YPF el resto de las marcas ubica la nafta súper a $7,999, el valor máximo autorizado en la región seis, que engloba a provincia de Buenos Aires y Capital Federal.
Tal como advertían los empresarios desde un primer momento, el problema comenzó a profundizarse cuando entraron a regir los aumentos de sueldo de los empleados. El personal representa el 80 por ciento de los costos del negocio y en general las provincias cerraron una suba del 27 por ciento para este año. El básico alcanza los 6000 pesos en todo el país y en algunas regiones es aún más importante.
Como si fuera poco, Sica cuenta que tuvo que ponerse al frente de una batalla legal contra la Tasa Vial que distintos municipios del conurbano bonaerense intentan aplicar. Se trata de un adicional sobre el precio de los combustibles que estaría destinado al mejoramiento de las calles de la ciudad. Por el momento no se está cobrando, por presentaciones judiciales de FECRA, pero podría haber novedades en los próximos días. En caso de que la justicia ratifique su implementación, Sica advierte más cierres de estaciones.