Esperan que el río baje en las próximas semanas y que los barcos que transportan el combustible no puedan ingresar a los centros de distribución. Traer los productos en camión es más costoso, genera demoras en la reposición a las estaciones de servicio y dudan que las petroleras estén preparadas
El puerto de Barranqueras, en Chaco, recibe las barcazas que traen el líquido para abastecer al 70 por ciento de las estaciones de servicio de la región por parte de las dos empresas más importantes del mercado: YPF y Shell. Como todos los años en esta época, el río Paraná y el caudal del riacho de Barranqueras podrían descender a niveles que impiden el ingreso de los barcos.
“En la tercera semana de diciembre durante varios días las bocas de expendio no recibieron stock y no pudieron trabajar. Solicitamos a las autoridades que tomen medidas sobre el dragado del riacho porque entendemos que es muy necesario garantizar el abastecimiento, sobre todo ahora que una gran cantidad de turistas circulan por las rutas 11 y 12 con destino a Brasil. Suponemos que esta problema puede repetirse durante la segunda quincena de Enero”, indicó Miguel de Paoli, presidente de la Cámara de Expendedores de Chaco.
Por el momento se están haciendo algunos trabajos de alisaje sobre los ríos como para facilitar el ingreso de las barcazas. Sin embargo, esto demora el proceso y tampoco resulta una solución estructural ni de largo plazo. “Estamos teniendo faltantes de combustible durante los fines de semana, que es cuando se intensifica el turismo en la zona”, lamentó.
Para graficar el panorama, el dirigente contó que “algunos turistas tuvieron que pasar la noche en pueblos de la provincia a la espera de un camión que vuelva a llenar el tanque de las estaciones”.
Si bien existe la alternativa de que las petroleras lleven los productos por medio de los camiones, los centros de distribución más cercanos se encuentran en San Lorenzo, en la Provincia de Santa Fe, y al este de la Provincia de Buenos Aires, en Dock Sud.
Un barco trae según estimaciones, 6 millones de litros de combustible, lo que representa aproximadamente 170 camiones con una capacidad de 36 mil litros cada uno para mover el mismo volumen. De Paoli explica además que “no sirve que un camión demore varios días y llene el tanque de golpe. Necesitamos abastecimiento constante y continuo para no estar varios días sin trabajar”.