Si bien por el momento el tope al precio de los combustibles no alteró la ecuación financiera de las bocas de expendio porque pudieron remarcar los productos hasta un 9 por ciento, en los próximos meses, cuando se actualice el costo de los insumos y del personal, advierten que la situación económica podría empeorar
Según datos de las cámaras empresarias que representan a las estaciones de servicio en octubre del año pasado 209 locales se encontraban en serio riesgo de abandonar el negocio. Se trata de aquellos que despachaban menos de 200.000 litros mensuales, en su gran mayoría de marca YPF y sin bandera.
Hoy, en cambio, la cuenta cambió, en perjuicio del operador. Carlos Gold, presidente de la Cámara de Expendedores de Corrientes, explica que “el problema va a profundizarse cuando empiecen a regir los aumentos de los empleados y no podamos remarcar los productos” por haber alcanzado el techo que determinaron las empresas para cada región.
La incertidumbre crece porque la nueva normativa no regula los costos sino el precio de venta. “Si hoy en día una petrolera sube el valor de compra del combustible termina avanzando sobre nuestra rentabilidad”, alertó. Principalmente, afecta a los establecimientos que trabajan bajo el sistema comercial de compra-venta.
YPF, en cambio, es un caso especial porque tiene regulada la cadena de comercialización y maneja el margen de ganancia por medio del sistema de consignación. Por eso los expendedores de la red plantearon a la compañía incrementar la bonificación que reciben por la venta de combustibles en un 2 por ciento.
Así y todo, Gold se mostró optimista. “De ahora en adelante vamos a ingresar en un estado de dialogo con los proveedores, sobre todo con las empresas que operan en compra-venta, a los efectos de que se puedan tomar medidas para no afectar a los operadores”. Ese es el desafío de los dirigentes para los próximos seis meses.
Por ahora no encuentra cambios importantes en el negocio, aunque a condición de que ”los insumos no se incrementen” por encima del 10 por ciento que ajustaron las naftas al momento de emisión de la Resolución 35.
Manuel García, por su parte, apunta que el tope a los combustibles en los puestos de venta va a traer aparejado dos cuestiones: especulación y escasez. Advierte que “van a producirse problemas de abastecimiento” y que “las petroleras van a volver a imponer en el mercado la nafta más cara y hacer escasear la más barata”