Ambos gobiernos junto con el de México, arribaron a un principio de acuerdo acerca de la compensación por la expropiación del 51% del paquete accionario de YPF ocurrida en abril de 2012. La petrolera española recibiría 5.000 millones de dólares en deuda pública garantizada argentina.
La expropiación de YPF a Repsol parece que dejará de inmediato de ser un problema para Argentina y España. Ambos países alcanzaron un “principio de acuerdo” por la expropiación de la mayoría de las acciones a Repsol en la petrolera YPF en abril del 2012. El mismo, según comunicado de Repsol, será “puesto a consideración de su consejo de administración, que deberá pronunciarse sobre sus términos y condiciones”, el próximo miércoles.
El ministro de Industria español, José Manuel Soria, realizó un viaje relámpago a Buenos Aires en compañía de los hombres clave de la empresa: Isidro Fainé (Caixa que tiene el 12 por ciento), Nemesio Fernández Cuesta, director general de Negocios y Luis Cabra, director general de la compañía. Los cuatro mantuvieron entrevistas con Axel Kicillof, flamante ministro de Economía y artífice de la intervención y posterior expropiación de la compañía; Carlos Zannini, secretario Legal y Técnico; Jorge Capitanich, recién nombrado jefe de Gabinete; el actual Ceo de YPF, Miguel Galuccio y el embajador de Argentina en España, Carlos Bettini. El resultado de las conversaciones, fue el “principio de acuerdo” confirmado por ambos Gobiernos así como por el mexicano. En representación de éste estuvo Emilio Lozaya, director general de Pemex.
Fuentes próximas a la mesa de negociación, confiaron que el principal escollo giraba en torno a la compensación económica en efectivo o en bonos del Estado que recibirá Repsol como parte de un acuerdo más complejo que tendría, entre otros puntos, el abordaje indirecto de Vaca Muerta. Los detalles de la compensación seguían siendo un misterio, aunque algunas fuentes apuntan a que Repsol habría conseguido unos 5.000 millones de dólares en deuda pública garantizada argentina.
El comunicado oficial que suscribieron ambos países advirtió que el principio de acuerdo “implicará fijar el monto de la compensación y su pago con activos líquidos y que ambas partes desistirán de las acciones legales en curso”. El compromiso claro es que Repsol renunciaría a continuar con las acciones legales que había interpuesto y que tendrían una resolución definitiva en el tribunal de arbitraje del CIADI (Centro Internacional de Diferencias Relativas a Inversiones) que depende del Banco Mundial. “Las partes coinciden en que el presente principio de acuerdo contribuye a normalizar y fortalecer los históricos vínculos entre los tres países y sus empresas”, concluye el comunicado.
De ser aprobado, como es de esperar, el acuerdo en Madrid, se pondría punto y final al mayor problema bilateral que arrastran Argentina y España. Repsol, en su demanda original, reclamaba ocho mil millones de euros. En este escenario resulta paradójico que la misma persona que diseño y virtualmente ejecuto la intervención y expropiación de YPF a Repsol, sea ahora el actual ministro de Economía.
Dos semanas atrás, la Sala D de la Cámara de Apelaciones en lo Comercial de la Capital Federal había rechazado una demanda iniciada por uno de los directores de YPF designado por Repsol, Luis García del Río, quien había solicitado obtener copia del contrato suscripto con Chevron para el desarrollo del yacimiento Vaca Muerta.
El tribunal consideró que la posibilidad de exigir judicialmente la documentación requerida por García del Río se encontraba vedada, dado que YPF tiene previstos mecanismos internos destinados a tales fines.