Expertos en energía pronostican que además de Chevron, otras compañías de la misma envergadura llegarían a nuestro país para incursionar en el negocio. El nuevo marco jurídico hace que los contratos para explorar hidrocarburos sean más jugosos
A través del Decreto 929/13, la presidente Cristina Fernández de Kirchner flexibilizó las condiciones comerciales para explorar petróleo y gas en nuestro país. Tres medidas se destacan de la nueva normativa: las empresas podrán a partir del quinto año de la puesta en ejecución de los proyectos exportar hasta el 20 por ciento de la producción; lo harán sin tener que pagar retenciones; y gozarán de la posibilidad de girar las divisas provenientes de estas operaciones a las casas matrices.
Estos cambios en el mercado tienen su explicación. Durante más de un año YPF comprobó que las petroleras son reticentes a ingresar en un negocio donde en definitiva no van a poder acceder a dólares para calmar la sed de sus accionistas del extranjero. Anteriormente, por restricciones del Gobierno, las firmas tenían prohibido volcar los excedentes de producción en las plazas internacionales – por los faltantes de abastecimiento interno –y girar las ganancias al exterior. Todos los movimientos debían consultarse ante los funcionarios de turno.
En este contexto, Víctor Bronstein, director del Centro de Estudios de Energía, Política y Sociedad (CEEPYS) valoró de manera positiva las modificaciones que se introdujeron a la legislación. En diálogo con Surtidores.com.ar, opinó que “va a permitir que se viabilice el acuerdo al que está tratando de llegar YPF con Chevron y abre la posibilidad para que otras empresas grandes – como Shell, Exxon Mobil y Total – puedan venir a invertir”, sobre todo en recursos no convencionales, que son más cotosos, demoran más tiempo y requieren de un tratamiento especial.
Por cuestiones de soberanía, en el 95 por ciento de los países del mundo las reservas de hidrocarburos pertenecen al Estado. Dependiendo de los costos y las características de explotación cada Gobierno pone sus condiciones frente a los capitales extranjeros. Hasta en Venezuela, Ecuador, Bolivia y otros países de Medio Oriente y África, naciones en donde el Estado tiene gran presencia en los asuntos de la economía y se lleva gran parte de la renta petrolera, estas compañías logran acuerdos beneficiosos. Esta vez, Argentina no sería la excepción, menos ahora que se garantizaron ciertos privilegios.
Más allá de los festejos en YPF, el dinero que aporta Chevron a la causa Vaca Muerta en realidad es apenas un 20 por ciento de lo que estimó la petrolera estatal para 2013. Todavía restan conseguir 5.500 millones de dólares y según las perspectivas de los especialistas será difícil que los recaude vía aumentos de precios a los combustibles. Bronstein aclara que “los incrementos tienen un límite porque generan problemas económicos”.