Las estaciones de servicio salieron al cruce del presidente Juan José Aranguren, quién días atrás se defendió de las acusaciones de funcionarios del Gobierno Nacional por actuar con “lógica de mercado” cuando ajustó de manera abrupta el precio de los combustibles.
Manuel García, presidente de la Asociación de Estaciones de Servicio Independientes (AESI) se mostró indignado y decepcionado por las declaraciones que Juan José Aranguren, el presidente de Shell en Argentina, pronunció ante este medio días atrás a través de una carta que tenía como destino al Diputado de Nuevo Encuentro, Carlos Raimundi, quién lo acusó de operar como un político más que como empresario de los combustibles.
“Aranguren no puede hablar en esos términos. Se aprovecha de su posición dominante frente a los expendedores imponiendo una suerte de competencia desleal con estaciones de servicio propias de la empresa”, cuestionó el dirigente. “Shell se aprovecha de sus expendedores; los lleva a la quiebra con sus condiciones comerciales”, denunció García.
El referente del sector cuenta que en una oportunidad le solicitó al directivo que ayude a las bocas sin bandera para que puedan permanecer en el negocio, tomando a consideración los graves inconvenientes financieros que padecen por no contar con un proveedor fijo. “Me dijo que la compañía no va a cooperar para solucionar el problema de las estaciones de servicio blancas”, recordó molesto García.
“¿La lógica de mercado es firmar contratos donde todo es a favor de la compañía?; ¿La lógica de mercado es ponerse de acuerdo entre todas las petroleras para aumentar los productos a través de un gran oligopolio del cual Shell forma parte?; ¿Cuál es la lógica de mercado?”, preguntó irónicamente el dirigente.
En la carta que envió a Raimundi, Aranguren expresó: “Como responsable de dirigir los intereses de una compañía petrolera, respetando las obligaciones y los derechos que establece el marco legal vigente en nuestro país, trato de conducir los mismos dentro de la ‘lógica de mercado’, lo cual obviamente, para muchos puede parecer políticamente incorrecto; y está bien que así lo sea, porque no tengo pertenencia partidaria y mi ámbito de actuación en los últimos 35 años como empleado de Shell (los últimos 11 como Presidente de su sucursal en Argentina) no ha sido la política”.