Las 800 estaciones de servicio sin bandera que aun subsisten alertaron que la devaluación de la moneda las colocó al borde del precipicio. Denuncian que sus proveedores les cobran los combustibles un 18 por ciento más caro que los precios de YPF en el surtidor. Advierten dificultades para pagar los salarios.
Uno de los sectores más perjudicados por la subida del dólar fue el de las estaciones de servicio blancas, aquellas que comercializan sus productos sin una marca que las represente. Es que según denuncian, desde hace algunos días, DAPSA, su principal proveedor, les cobra la nafta un 18 por ciento más caro que los precios de YPF en el surtidor, impidiéndoles competir siquiera con las más caras del mercado.
El titular de la entidad que las concentra, Manuel García, asegura que la devaluación de la moneda las instaló en una situación terminal. “Antes se nos hacía difícil competir, ahora es imposible”, expresa. Por esta razón señala que muchas bocas colgaron las mangueras a la espera de que se despeje el horizonte.
“La situación se resuelve si YPF libera los precios”, explica. Según el dirigente empresario el cepo que el Gobierno mantiene sobre las pizarras de la petrolera estatal perjudica a toda la cadena de valor. “En el mercado no hay referencias, todos temen perder por eso el que quiere comprar debe pagar cualquier precio”, sentencia.
En este contexto, el escenario se torna aun más complicado porque al no despachar, los estacioneros tampoco pueden pagar los sueldos. “Estamos estudiando recurrir al Ministerio de Trabajo para ver si podemos encontrar una solución”, indicó García. “En estas condiciones consideramos que deberíamos recibir alguna ayuda”, reclamó.
De este modo el directivo de AESI exigió al Estado “que destrabe la situación cuanto antes porque perjudica al sector que más dice defender que son las PYMES”. Y agregó: “Por esta razón en los últimos años dejaron de funcionar mil estaciones blancas, esperemos que no les pase lo mismo a las que quedan”, reflexionó finalmente.