Son importadas y en el mercado no se consiguen. Las estaciones deben reemplazar el producto una vez por año y al no poder reponerlas las distribuidoras de gas clausuran el surtidor. Las entidades del sector piden que los empresarios denuncien la situación para elevar el reclamo al Enargas.
Guillermo Moreno se fue pero las restricciones a las importaciones siguen firmes. La medida castiga severamente a las estaciones de servicio, especialmente a las que expenden Gas Natural Comprimido, debido a que escasean muchos de los insumos indispensables para garantizar su funcionamiento.
El caso más paradigmático es el de las mangueras, también denominadas chicotes, que deben ser reemplazadas una vez por año. Hoy son casi imposibles de conseguir porque hay solo un importador en todo el país y no se le autoriza el ingreso del producto. Las distribuidoras, que se rigen estrictamente por lo que dictan las normas, al advertir que no fueron sustituidas clausuran el surtidor sin contemplaciones.
Surtidores.com.ar consultó a la firma y recibió como respuesta “la obligación de reservarlas para disponer de las mismas dentro de 45 días”. Qué hacer durante ese lapso es una incógnita a resolver por los empresarios ya que las licenciatarias de gas se muestran inflexibles.
Como siempre ocurre en estos casos, la solidaridad entre los expendedores juega un papel preponderante: el que tiene y no las necesita en lo inmediato las cede; aunque de persistir esta situación, el panorama se complicará para todos.
La Cámara que agrupa a los expendedores de GNC asegura que no hay denuncias y que por la tanto no puede realizar ninguna gestión ante el Ente Nacional Regulador de Gas (ENARGAS). Su presidente Enrique Fridman solicitó el apoyo a todas las entidades empresarias del sector para que acompañen la gestión mediante el reclamo de los estacioneros.
Desde el organismo estatal al parecer, desconocen el escenario que padecen las bocas de expendio. Este medio intentó comunicarse para consultar si habría en estudio alguna decisión de postergar los vencimientos hasta tanto se regularice la situación pero no obtuvo respuestas. Por lo visto, la decisión del Gobierno de intentar frenar la sangría de divisas derivará en un nuevo conflicto, que esta vez también incluye a las estaciones de GNC.