Es por el cambio de las condiciones comerciales a partir del congelamiento de precios de los combustibles. Afirman que de mantenerse estáticos por seis meses deberán recortar los gastos al máximo, incluyendo en esta decisión la utilización de los plásticos
El alto costo que cobran los bancos a las estaciones de servicio por la presentación de las tarjetas de crédito sumado al extenso plazo de acreditación, estarían decidiendo a las estaciones de servicio a desechar la utilización del plástico como medio de pago por la compra de combustibles.
Es que el cambio de las condiciones comerciales a partir del congelamiento de precios por los próximos seis meses obliga a los expendedores a recortar los gastos al máximo. Y en este rubro se encuentran las comisiones bancarias que en el caso de las ventas de nafta alcanza el 1.5 por ciento, una porción muy considerable si se tiene en cuenta que el benefició que perciben ronda el 10.
Esta no es la primera vez que se analiza prescindir el pago con tarjetas, es una opción que aparece frente a cada situación conflictiva relacionada con la actividad. Sucedió hace algunos años cuando la crisis se presentó ante el sector y en tiempos que la escasez se ensañaba con los surtidores.
La tendencia se extendió al punto que hoy son muy pocas las que las reciben. Sólo las que son de las petroleras y algunas oficiales aceptan esta condición de pago, aunque cada vez menos. La restricción en muchos casos llega incluso a las de débito.
La presidente de Fecra, Rosario Sica, reconoció con cierto fastidio que “aun las sigue aceptando”, pero aclaró rápidamente que mantener esta modalidad “cuesta demasiado”. Explicó que en su zona los empresarios “están a la expectativa” de lo que suceda con los precios para tomar algún tipo de terminación al respecto.
La opinión de la directiva no sólo tiene peso propio por su condición de referente sino que fue una de las impulsoras junto con la ex diputada Mónica Cassese de un Proyecto de Ley que preveía fijar una tasa de intermediación del 0,8 por ciento para las ventas con tarjetas de crédito y del 0,5 para las de débito. La iniciativa nunca prosperó por ser el arancel “de los más bajos de la región, con un techo establecido por ley» según la Asociación de Tarjetas de Crédito y Compras (Atacyc).