Empresarios de la actividad aseguran que durante 2013 no hubo cambios significativos en las variables principales que hacen al negocio y que padecen problemas de la economía en general. No obstante este presente, ven con optimismo la llegada de Jorge Capitanich como jefe de gabinete.
Los dirigentes que representan a las bocas de expendio por lo general coinciden en que el aspecto más trascendente del negocio, la rentabilidad, no mostró una evolución positiva durante este 2013. Continuó el cierre de locales en el interior del país y se espera que la tendencia continúe el próximo año, salvo que se mejoran las condiciones de comercialización.
Ángel Luis Bigatti, presidente de la Cámara de Expendedores de Formosa, analizó lo acontecido en este período: “persiste el deterioro de la rentabilidad y no manejamos esta variable, influida por un altísimo costo impositivo y previsional, sumado a mayores gastos de funcionamiento y exigencias de seguridad. Se avanzó en el diagnóstico, pero no en la definición y prioridad de los objetivos de la actividad”.
Llevando el análisis a un nivel económico y general, Bigatti plantea que “tenemos problemas que en conjunto establecen una sinergia negativa: altísima inflación, pérdida del autoabastecimiento de combustibles con su consecuente deterioro de la balanza comercial y de pagos, merma de reservas y aumento de la inseguridad en la economía y lo social”.
No obstante este panorama, mostró expectativas positivas para el futuro, sobre todo por la salida de Guillermo Moreno de la Secretaría de Comercio y el ingreso de Jorge Capitanich en la toma de decisiones estructurales. “Sobre fin de año aparece la novedad del cambio de gabinete, presidido ahora por un gobernador que ya ocupó ese sillón en la crisis del 2001/2002, como respuesta al resultado de las elecciones y el deterioro de la salud de la presidenta de la Nación. Surge ahora la esperanza del diálogo y consensos que hagan viables políticas de Estado para normalizar el funcionamiento anárquico de algunos organismos del Estado”, evaluó.
Como aspecto positivo, el empresario remarcó que el suministro de naftas y gasoil en las estaciones de servicio se normalizó en los últimos doce meses, permitiendo sostener las ventas. Respecto de esta conquista, reconoció el esfuerzo realizado por las petroleras y el Estado.
A modo de cierre, Bigatti retomó la frase de Arturo Frondizi “esta es la batalla del petróleo”, pronunciada en 1958, en pos del autoabastecimiento. Considera que este es un “desafío que hoy aún está presente y la prioridad número uno”. Al respecto resumió: Vemos con esperanza la puesta en producción de una zona petrolera no convencional en Neuquén –Vaca muerta-, que requiere de inversiones extranjeras directas, las que se muestran renuentes a partir de la falta de previsión que nos ha caracterizado últimamente. Hay que apostar también al biocombustible, que beneficia a las economías regionales”.
La designación de Capitanich al frente del Gabinete ilusiona a los expendedores