Denuncian que pagan impuestos sobre impuestos: el 1,2 por ciento de los débitos y créditos bancarios sobre el total de la recaudación de la venta de combustibles, que en un 60 por ciento son gravámenes internos. Por eso, plantean una participación económica en el cobro de la tasa vial.
Un litro de gasoil cuesta en promedio 10 pesos. De ese total, aproximadamente 6 se lo queda el Estado en concepto de contribuciones. Los 4 pesos restantes en gran medida lo perciben las petroleras, encargadas del proceso de producción y la distribución, dejando para las bocas de expendio entre un 8 y 14 por ciento del precio de venta.
A pesar de esta distribución desigual, el último eslabón – y más débil – de la cadena comercial es responsable de colectar y guardar el dinero que luego se deposita en los organismos públicos pertinentes, en el caso nacional, la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP).
En ese trajín de la operatoria ordinaria las estaciones abonan el impuesto al cheque sobre el total de los ingresos, proceso que Ángel Luis Bigatti, contador, ex docente de economía, operador de YPF y presidente de la Asociación de Estaciones de Combustibles de la Provincia de Formosa, denuncia como “anatocismo fiscal”.
“Nos transformamos en recaudadores de tributos”, cuestiona el dirigente, apuntando contra las tres formas de Estado: Nacional, Provincial y Municipal. Es que por exigencia de las autoridades, los expendedores son agentes de retención. De ahí que el empresario reclama con urgencia modificaciones al esquema, de manera que no haya superposición de aranceles.
En estas condiciones, Bigatti señala que sólo aceptaría la instrumentación de tasas viales si los expendedores participan en un 50 por ciento de los aumentos en surtidor, como en una época funcionó el “servicio de playa”, un adicional en el importe al público que funcionaba como paliativo a los problemas de rentabilidad que atraviesa la actividad. “En toda crisis siempre hay una oportunidad”, sostiene.
En definitiva, Bigatti considera que un ajuste de estas características en la bonificación de los operadores compensaría la caída de las ventas, que en las variedades de diesel es de un 10 por ciento promedio a nivel país. En naftas se sigue creciendo en despachos, de acuerdo a datos de la Secretaría de Energía, aunque a un ritmo menor, por lo que se prevé un panorama similar que el gasoil para los próximos meses.