Por su posición económica y poder de negociación, consideran que son las indicadas para gestionar con entidades financieras alternativas que eviten los robos en las bocas de expendio. ¿Cómo se puede solucionar el problema de la inseguridad? El tema va ganando lugar entre las gestiones del sector.
Ángel Luis Bigatti, presidente de la Asociación de Estaciones de Servicio de Formosa, admite estar preocupado y en alerta ante la creciente cantidad de atracos que sufren las empresas de la actividad. A poco de comenzar su análisis, le viene a la cabeza el caso de un formoseño que sufrió la mutilación de un dedo por un asalto. “No se puede vivir peligrando la vida de las personas; tengo un dolor muy grande”, expresó en diálogo con surtidores.com.ar.
¿Qué medidas se pueden tomar? No es asunto exclusivo de los expendedores. El dirigente pide colaboración en el sector y a las autoridades: “Necesitamos que las petroleras vengan a buscar la recaudación y que hagan convenios con los bancos para hacer los depósitos fuera de hora, buzones específicos para las estaciones”.
El empresario y ex docente de economía en la universidad de la zona explica que la liquidez que presenta el negocio se torna un atractivo para los delincuentes. “Es una actividad que se ha vuelto riesgosa”, asegura. Incluso en pequeñas localidades del interior del país, donde anteriormente era raro escuchar este tipo de acontecimientos desafortunados.
Durante los fines de semana, que se da la particularidad que hay buen nivel de ventas pero los bancos no atienden, la situación es aún más grave. Se acumulan importantes sumas de dinero que ponen en riesgo la estabilidad de los comercios minoristas y la seguridad del personal.
Ante estas condiciones sociales, Bigatti considera que las soluciones deben provenir en conjunto con los proveedores y el Estado, ya que el 92 por ciento del dinero pertenece a estos actores principales. No está de acuerdo en que sean sólo los operadores los responsables de la recaudación.
En su momento, Bigatti conversó con directivos de la delegación local del Banco Nación, para sugerir que se destinen buzones que habiliten a los encargados de la administración de los comercios depositar el efectivo a través de bolsas seguras e identificables. De implementarse, cada expendedor indicaría el destino que le quiere dar a sus recursos.
Sin embargo, hasta el momento no se pudo implementar. Por eso plantea la ayuda de las grandes empresas, dado su poder de negociación. Sobre todo en un contexto de aumentos de precios, donde la tendencia muestra a las claras que el panorama tiende a complicarse en el futuro.