La Confederación nacional que las representa está intentando retomar las negociaciones con el sindicato para definir un porcentaje de aumento salarial. Por otra parte, trabajan para unificar la estrategia gremial empresaria con el objetivo de mejorar la rentabilidad.
El jueves 9 de julio la Confederación de Empresarios de Combustibles de la República Argentina (CECHA) congregará a representantes de las cámaras empresarias de casi todo el país en la sede que la institución dispone en Capital Federal, sobre la Avenida de Mayo, para dar curso a la reunión ordinaria de Comisión Directiva.
No será una audiencia más, ya que se espera la participación de dirigentes de las cámaras de expendedores de Santiago del Estero y Misiones, asociaciones que se sumaron como adherentes a la Confederación. Imitaron la decisión que tomó ya en 2014 la Cámara de Expendedores de GNC (CEGNC).
Bajo esta figura, pueden asistir a los encuentros pero no tienen poder político, es decir, voto en las elecciones. CECHA renueva autoridades hacia fines de año. Por lo visto, Jujuy y Formosa podrían incorporarse, aunque recién comienzan las conversaciones. Los expendedores buscan unidad de representación para gestionar con mayor fuerza los problemas de la actividad.
Oscar Díaz, presidente de la Confederación, anticipa que el tema prioritario a abordar es el salarial: “la discusión del convenio está un poco trabada pero estamos tratando de encontrar una vía de diálogo. Ya hicimos la presentación en el Ministerio de Trabajo pidiendo que convoque a las partes porque hasta el momento no hemos podido llegar un acuerdo; es la única entidad que no firmó”.
El desencuentro tendría que ver con un pedido del gremio para incrementar el porcentaje por antigüedad. Las bocas de expendio quieren primero resolver el sueldo básico, para luego estudiar las cláusulas. Ofrecen un 28 por ciento, tal como están cerrando la gran mayoría de las provincias. No obstante, el personal se niega. Por eso cuesta solucionar la paritaria.
En cuanto a las condiciones de mercado, Díaz observa que “siguen cayendo las ventas de combustibles”, sobre todo en las zonas del interior, donde el gasoil es el producto más demandado por las empresas de transporte y del agro. Es un tema que preocupa en un contexto de aumentos de precios controlados.