Una investigación efectuada por la Cámara de Estaciones de Servicio de la ciudad de Rosario (CESGAR) analiza que, aunque escuetamente, los últimos ajustes en el surtidor recortaron la cantidad de litros necesarios para cubrir los gastos operativos.
La última suba de precios aplicada por las compañías petroleras desde el 1º de diciembre a raíz del aumento del crudo y del reacomodamiento de valores de los biocombustibles, modificó la estructura de costos de las Estaciones de Servicio, permitiéndoles una leve mejora en los índices de rentabilidad que perciben por la venta de combustibles.
El dato surge del informe elaborado por los equipos técnicos de la Cámara de Estaciones de Servicio, Garages y Afines de Rosario, el cual sostiene que para las expendedoras que operan en condición de reventa se requieren 335.300 litros para llegar a fin de mes y 416.000 para los consignados.
El último relevamiento aseguraba que en agosto, para la primera clasificación eran necesarios 350.000 litros, en tanto que para la segunda 417.000. Cabe destacar que en gran medida, la baja en el volumen a comercializar para nivelar las finanzas se encuentra explicada por la relación entre la corriente de ingresos y los costos operativos. La composición de los gastos se da de la siguiente manera: 70 por ciento costo salarial y 30 otros egresos.
La entidad también consignó que tras el último ajuste en el surtidor, el margen neto por litro resulta del 2,3 por ciento, 0.3 por encima del último análisis. Asimismo, que el peso de los Impuestos nacionales trepó de 37 a 37,5 por ciento (59 por ciento corresponde al Impuesto a la Transferencia de los Combustibles, el 31 se lo lleva el IVA, el 6, los Ingresos Brutos y el 4 restante la Tasa Hídrica).
Los más altos del continente
Argentina junto con Brasil y Chile, son los países de mayor carga impositiva en naftas de la región. Uno de los más baratos es Estados Unidos, donde la incidencia de los gravámenes de tan solo el 11 y 12 por ciento, situación que provoca que los americanos sean uno de los más beneficiados del continente a la hora de llenar el tanque.
No obstante, la reforma tributaria propuesta por el Gobierno plantea una modificación en lo que concierne a los hidrocarburos. Según el proyecto, los impuestos a los combustibles pasan a ser dos montos de suma fija (uno de ellos por emisiones de CO2 y el otro establecido de forma tal que no altere la carga tributaria actual)
Asimismo, cuando varíe el tipo de cambio real o el precio del petróleo, la nueva estructura del impuesto funcionará como amortiguador y el precio de los combustibles variará menos que bajo la estructura actual.
Fuente: Surtidores.