Expendedores avanzan con las autoridades para solucionar los pasivos ambientales

Especialistas de la Confederación que los representa se reúnen a las diez de la mañana en la sede de Gobierno con Omar Judis, Secretario de Medio Ambiente, con el objetivo de seguir analizando la posibilidad de conformar un fondo económico destinado al resarcimiento de los daños producidos en los terrenos de las estaciones.

ENCUENTRO CON FUNCIONARIOSLas bocas de expendio están evaluando junto al Ministerio de Medio Ambiente alternativas a los seguros ambientales obligatorios (SAO). Se trata de una exigencia legal que no conforma a los empresarios, atento que significa un nuevo costo operativo y no garantiza la reparación de la contaminación producida por la venta de combustibles.

Con este objetivo se encontrarán por segunda vez hoy con Omar Judis, el Secretario de la cartera, quién en la primera audiencia se mostró predispuesto en evaluar la conformación de un fondo en dinero que tenga como destino específico el financiamiento de las obras de remediación del agua y la tierra de los comercios.

En esta oportunidad dirigentes de CECHA presentarán documentos e información técnica que demuestran la factibilidad de la propuesta diseñada por la comisión directiva. De a poco, se empieza a discutir quiénes controlarían los recursos, quién los aportaría y de qué manera se implementaría en el mercado, entre otras cuestiones. Funcionaría como una especie de fideicomiso abocado a tal fin.

Carlos Gold, Secretario de CECHA y encargado de la institución en continuar las gestiones con las autoridades asegura que “hay avances” en el proyecto, aunque aclara que todavía se transita por la etapa inicial, de programación, previsión y organización. Los estacioneros están entusiasmados en que se puede encontrar una solución al problema.

Como primera medida, las estaciones de servicio deben realizar los estudios para determinar el grado de hidrocarburos existentes en los terrenos. Según explican especialistas en la materia las pruebas de muestra se plantean en etapas secuenciales: Identificación exploratoria de la calidad de suelo; caracterización del subsuelo y por último, identificación y cuantificación del riesgo.

La realización de estas tareas de investigación en su primera fase no demora más de 30 días, debiendo realizarse la identificación de los puntos de muestreo, extracción de las muestras, construcción de freatímetros y el análisis de resultados en el laboratorio. De todas maneras, dependiendo de la complejidad del caso, estiman que las obras de reparación pueden demorar más de 12 meses.

(Fuente: SURTIDORES)