El Consejo Federal de Consumo (Cofedec) salió a relevar los precios de combustibles para comprobar que no se supere el tope fijado. Los estacioneros objetan el procedimiento ya que aseguran, las petroleras no informaron los valores máximos de referencia
El Consejo Federal de Consumo (Cofedec), integrado por las áreas de Defensa de Consumidor de todas las provincias, comenzó a relevar los precios de los combustibles en las distintas regiones del país, para comprobar que no se supere el tope máximo fijado por la Secretaría de Comercio Interior.
El presidente del Cofedec, Mario Stanojevic, indicó a la agencia Télam que tras una reunión de Comité Ejecutivo del Consejo mantenida en Buenos Aires, que «se hizo un intercambio de información respecto de los valores relevados en cada una de las provincias».
Stanojevic señaló que «todavía no está claro cuál es el precio máximo», porque indicó que «son las petroleras las que tienen que informar al respecto, de acuerdo a la Resolución, y todavía no lo hicieron».
«De todos modos decidimos continuar con el relevamiento en las estaciones de servicio de las provincias e intercambiar los precios máximos registrados de una misma región para saber cuál es el tope que existe y hasta dónde llegan los corrimientos de precios», precisó el funcionario.
Destacó que «hasta el momento no se recibió ninguna denuncia al respecto», pero invitó a los consumidores a «acudir a cualquiera de las direcciones de Defensa del Consumidor provinciales si cree que está pagando un precio que no corresponde».
También puntualizó que «las provincias que quieran contribuir con la publicación de los valores máximos para orientar al consumidor, pueden hacerlo».
En sintonía con Stanojevic, los expendedores también reclamaron saber cuales son los valores tope, pero objetaron el procedimiento. Señalan que el sector vive un gran desconcierto a partir de la sanción de la normativa y que esta podría causar una crisis que terminaría con el cierre de cientos de estaciones de servicio. Al respecto, la dirigente Rosario Sica, propuso que el tope sea “de surtidor” pero sin aumentar los costos, para que la medida traiga un poco de alivio a las alicaídas finanzas de los empresarios.
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