Señalan que terminar con el pago anticipado de los combustibles no es una mejora brindada por la petrolera estatal, sino más bien el respeto de una de las cláusulas que establecen los contratos de consignación. Preocupa la competencia desleal generada por la participación de las empresas en el negocio minorista.
A raíz de un pedido de los expendedores, YPF concedió revalorizar las hipotecas en primer grado que las estaciones de servicio han otorgado a su proveedor como garantía del pago del combustible. Actualmente tienen cifras de cientos de miles de pesos a su favor en la cuenta, como pago anticipado pero al no actualizarse los valores conforme a la variación de la moneda en la cual están formalizadas, esto obligó a los operadores de la red a financiar las compras abonando anticipadamente las naftas y el gasoil. En otras palabras, acreditar el stock en la cuenta de la compañía antes de que el camión vuelque el volumen en los tanques.
El presidente de la Asociación de Estaciones de Servicio de Formosa, Contador Público Angel Luis Bigatti, considera que en realidad la petrolera estatal “está ajustando a la realidad el valor de la garantía”, algo que se negó en la anterior gestión. “Es un derecho, no es una concesión graciosa, es corregir lo que estaba mal”, señala.
En su opinión, “es justo” que se valoricen en dólares las garantías que los puestos de venta colocaron en respaldo a la compra de combustibles. “¿Si el operador tiene problemas de rentabilidad y es necesario ejecutar una hipoteca, no la van a ajustar al valor real del dólar?”, pregunta el dirigente. Entiende que es un saludable cambio de actitud, eso es lo positivo, así como la política de escuchar al operador, quien grafica que está en la “trinchera” y conoce el frente de batalla, producto de su vivencia, experiencia valiosa que debe ser utilizada a efectos de brindar un mejor servicio, que cuide la seguridad, privilegie al cliente y alcance productividad y rentabilidad, en un todo de acuerdo a los parámetros de la compañía petrolera.
Bigatti explica que algunas banderas permiten al operador adicionar un porcentaje al precio sugerido para los combustibles, lo cual les significa una mejora en los márgenes de utilidad bruta, la baja del punto de equilibrio, realizar mejoras y “en contados casos hasta la supervivencia”.
El caso de YPF es diferente ya que comercializa sus combustibles por cuenta y orden, situación que la ubica en una posición de privilegio en el mercado. En Formosa, puntualiza, construye una mega estación ultramoderna, que competirá con las propias y las de otras petroleras. Al respecto, el presidente de la Asociación formoseña admite que están preocupados los asociados “por la competencia desigual con las estaciones independientes”.
Agrega que hoy tres de las cinco empresas que participan del negocio dominan todo el proceso de producción de naftas. Se trata de YPF, Oil Combustibles y Axion Energy. En este sentido destaca que “sería prudente que el Estado regule este mercado de características monopólicas, cuidando la supervivencia de las empresas familiares”.
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En ese sentido, el empresario formoseño dice no estar de acuerdo con el proyecto presentado -días atrás- por el Senador Nacional por la provincia de Santa Cruz Alfredo Martínez, porque ordena el mercado de los combustibles en el cual permite a las refinadoras poseer puestos de expendio al público sin ninguna protección especial para los pequeños empresarios. “Ese proyecto no les garantiza condiciones de competencia ni sustentabilidad”, cuestiona.
“El Estado tendría que controlar los monopolios”, plantea Bigatti. Compara la realidad nacional con la experiencia de Estados Unidos, uno de los países que recomienda políticas liberales en todo el mundo pero que puertas adentro toma medidas de control de los monopolios para defender a los consumidores y a las pequeñas empresas, entre ellas las estaciones de servicio. “Hay que seguir este ejemplo”, propone.