Después que la Secretaría de Energía habilitó el uso de tambores para comercializar combustibles, las estaciones de servicio del interior del país comenzaron a vender gasoil a los productores agropecuarios más pequeños y de bajo consumo. Exigen prohibir a las petroleras y distribuidores participar de la venta minorista.
Hasta hace unos meses atrás era frecuente ver tractores y otras maquinarias agrícolas circulando por cualquiera de las rutas argentinas en dirección a la boca de expendio más cercana, con el único objetivo de conseguir gasoil para completar los trabajos en el campo.
Según explicó Alejandro Martorell, Vicepresidente de la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines de la República Argentina (CECHA) esta situación cambió a partir de octubre, cuando el Ingeniero Roberto Asato, Coordinador del área Combustibles Líquidos de la Secretaría de Energía de la Nación accedió al reclamo de los expendedores de habilitar la comercialización de gasoil en tambores de 200 litros.
A partir de ese momento, reconoce el empresario, “las bocas de expendio que están ubicadas en las localidades del interior del país recuperaron clientes, en su mayoría productores agropecuarios de economías regionales que necesitan escasa cantidad de gasoil”.
Si bien aclara que no es una medida que haya mejorado estructuralmente los problemas de rentabilidad que atraviesan las estaciones de servicio, reconoce que “es un pequeño paliativo”, por lo que agradece las gestiones de la Secretaría de Energía.
Así y todo, Martorell aclara que aún hoy las principales empresas de transporte y del agro se abastecen por medio de las petroleras y distribuidores mayoristas, pese a que pagan un precio más alto.
No sólo la falta vehículos para transportar el combustible generaron esta situación, también contribuyó la política de cupos limitados que aplicaron las empresas años anteriores con la excusa de que no había producción para responder a las necesidades del mercado.
Cabe recordar las denuncias que realizó el Gobierno en enero de este año ante la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia (CNDC) a cinco petroleras que operan en la plaza local por abuso de posición dominante, al vender combustible a granel más caro que el precio minorista. El sobreprecio anual estimado fue en ese entonces de $ 3.500 millones. Por eso, el dirigente insiste en la importancia de sancionar una nueva ley de comercialización de los combustibles que prohíba a los proveedores y a sus distribuidores, avanzar sobre la venta minorista de naftas y gasoil.
(Fuente: Surtidores)