Expertos apoyan la decisión de la Secretaría de Energía de alterar la composición técnica de los combustibles para obtener más volumen

Consideran que es importante un plan que se extienda por un año y medio, período en el que se estima que YPF demoraría en retomar el ritmo de producción anterior al incendio de la destilería de La Plata. Destacan que podría ahorrarse la importación de un millón de barriles o más de naftas, sin tener que comprometer la calidad de los productos

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El licenciado Eduardo Barreiro, especialista y consultor en temas de energía y director de la Society of Petroleum Engineers, regional, comparte las iniciativas de la Secretaría de Energía de modificar temporalmente las especificaciones técnicas de las naftas para evitar inconvenientes en el abastecimiento y reducir importaciones por parte de la petrolera estatal.

Por lo que adelantaron desde el organismo, serían cambios mínimos que permitirían obtener más stock manteniendo la calidad de los productos. La medida todavía está en estudio y no hubo avances concretos, más allá de reuniones con los distintos actores que integran el sector.

Para implementar estos cambios, Barreiro recomienda “hacer un plan” que se extienda 18 meses, el tiempo que supone en que la nueva planta de coque puede arrancar; con lo cual se podrá aumentar el crudo procesado en la refinería. A pesar de que se ha logrado poner en marcha el topping C lo que ha sido una obra muy rápida, sin el coque, falta capacidad de conversión de fondos pesados.

Por eso, durante este lapso de tiempo entiende que hay que analizar alternativas para disminuir las compras de combustibles en el exterior. “Hay muchos cambios técnicos que se pueden hacer para obtener más volumen”, asegura. “Nos podríamos ahorrar un millón de barriles, lo que representa 200 mil metros cúbicos de naftas, que para el país son cientos de millones de dólares”, sostiene.

Incluso resalta que “no hace falta tirar abajo el número de octanos”, es decir, disminuir la calidad de los productos. El año pasado hubo fuertes críticas por parte de las asociaciones de consumidores cuando la YPF adaptó a las especificaciones en la nafta súper.

Por parte de las petroleras no habría resistencia. El freno a la iniciativa parte de la Asociación de Fábricas de Automotores, que según Barreiro “sostienen que se requiere un año de prueba en una flota de una docena de vehículos” para garantizar la operación y poder probar la especificación para otorgar la garantía. Duda de que sea realmente necesario; sobre todo porque el principal contaminante, el azufre, no se aumentaría; con las obras de Luján de Cuyo es muy probable que baje.

La industria automotriz se comprometió a estudiar nuevas especificaciones en las naftas para mejorar la producción de combustibles

(Fuente: Surtidores)