Empresas de capitales extranjeros y nacionales analizan ingresar en el negocio de la explotación de hidrocarburos no convencionales a través de contratos con la petrolera estatal. De a poco, la gestión de Miguel Galuccio, va cumpliendo con el programa establecido en agosto del año pasado.
Todo cambió a partir de que Chevron, la petrolera norteamericana firmó un convenio con YPF para extraer shale gas y shale oil en Vaca Muerta, el yacimiento que promete recuperar el autoabastecimiento en un plazo aproximado de diez años.
La mirada de los capitales extranjeros no sólo encontró mayor confianza en la Argentina luego de este contrato, sino que también influyen los beneficios que el Gobierno concede a las empresas que destinen más de 1.000 millones de dólares. Esas firmas tendrán a partir del quinto año el derecho a comercializar libremente en el mercado externo el 20 por ciento de la producción de combustibles líquidos y gaseosos sin pagar retenciones, en vez del 33 por ciento de retención efectiva que está vigente.
Eduardo Barreiro, licenciado en Química, consultor en temas de Energía y director de la Society of Petroleum Engineers, regional Argentina, valora de manera positiva el interés de grupos privados y nacionales de conformar alianzas con YPF. “Yo creo que se están haciendo las cosas bien”, opina el experto, en relación a la gestión de Galuccio y a las políticas del Gobierno Nacional.
De hecho, en el mercado se empiezan a ver los resultados. Además del reciente acuerdo con Dow, días atrás, la firma Wintershall, de capitales alemanes, anunció que invertirá 115 millones de dólares en el desarrollo de un área de hidrocarburos no convencionales en la formación Vaca Muerta, a partir de un convenio firmado en Alemania con la empresa estatal neuquina Gas y Petróleo Neuquén (G&P).
Asimismo, según trascendió estos días, YPF además negocia con una petrolera china financiamiento para el primer proyecto de crudo ultra pesado del país. Se trata del yacimiento Llancanelo, un reservorio ubicado en Mendoza que desde hace varios años está paralizado por falta de inversión.
Días atrás, el CEO de YPF brindó un discurso entre los principales referentes del sector petrolero en el que aseguró que “en 2013 vamos a terminar invirtiendo 5.500 millones de dólares”. Este dinero puesto en los campos genera expectativas de que entrando en la próxima década el país podría revertir drásticamente los niveles de importación que viene manejando, de casi 15.000 millones de dólares por año.