En 2016 la venta de combustibles en Estaciones de Servicio retrocedió respecto al año anterior, impulsado por la menor demanda de gasoil. Las principales razones que explican este retroceso tienen que ver con el comportamiento del precio por litro y el deterioro de la actividad económica que atravesó el país
Marina Dal Poggetto, licenciada en economía de la UBA, Master en Políticas Públicas de la Universidad Torcuato Di Tella y directora del Estudio Bein, cuyo responsable es el ex Viceministro de Economía Miguel Bein, afirmó que la caída del consumo de los combustibles se explica “porque hubo un aumento muy fuerte en los precios de las naftas en una economía que en 2016 cayó y generó una retracción en los bolsillos y en el uso del auto en las familias”.
En declaraciones al medio Bae, explicó que “en simultaneo a la caída de la demanda del uso del auto, también cayó la de las empresas por el nivel de actividad”. Y agregó: “Si bien en el agro la venta de gasoil mejoró un poco en diciembre, el comercio y la industria se vieron afectados”, sostuvo la economista.
Respecto de la expectativa para este año, Dal Pogetto dijo que “va a depender de la dinámica del nivel de actividad, pero diría que puede recuperarse un poco respecto de la caída de 2016 porque ya en diciembre ese descenso se moderó por las ventas del gasoil en el agro, en particular por el crecimiento de la cosecha de trigo”.
Además, dijo que “las ventas también van a depender de lo que suceda con las paritarias en términos de recuperación del salario real en comparación a los precios de las naftas”. Y agregó que “la incidencia de los combustibles en el presupuesto de las familias es muy alta”.
En 2016, el aumento de los combustibles fue del 31 por ciento con paritarias del 33 en promedio. Para este año, se prevé un aumento por trimestre en los combustibles (ya hubo uno en enero del 8 por ciento), con una meta inflacionaria oficial que se ubica entre el 17 y 19 por ciento.
RETROCESO PARA YPF
La empresa YPF, que abarca el 56 por ciento del mercado minorista de venta de combustibles (gasoil grado 2 y grado 3, nafta súper y premium), tuvo una caída de 6,5 en sus despachos al público, pasando a niveles de 2012, año de la estatización del 51 por ciento de sus acciones. En comparación interanual, las 1.500 estaciones de servicio que tiene en todo el país vendieron 611.145 m3 menos de combustibles (pasó de vender 9.4 MMm3 en 2015 a 8.8 MMm3 en 2016). En el rubro nafta premuim a YPF le fue bien, ya que aumentó levemente sus ventas en 2016 en 13.252 m3.
La compañía, que a mitad del año pasado sufrió el cambio en su conducción, tuvo un sostenido crecimiento en sus ventas durante los últimos 5 años. Entre 2012 y 2013 YPF había crecido 4,3 por ciento, aumentando 1,9 en 2014 y 2,8 en 2015. La de 2016 es la primera caída desde su estatización parcial.
YPF venía teniendo los precios más baratos del mercado y abarcando más de la mitad de las ventas del país, pero esa brecha se fue achicando respecto de las otras marcas. Hoy el litro de nafta súper de YPF en la Ciudad de Buenos Aires cuesta $ 18,45 y de premium $ 20,85, mientras que Shell, la segunda en ventas, fijó sus precios en $ 18,85 la súper y $ 21,57.
La diferencia en el precio era mucho mayor en años anteriores, lo que explica que Shell haya aumentado su peso en el mercado de combustibles con el crecimiento de sus ventas en alrededor de un 8 por ciento interanual. Las ventas del resto de las marcas como Axion/Esso, Petrobras y Oil se mantuvieron estables entre 2015 y 2016.
Fuente: surtidores.com.ar