Habría novedades respecto del precio de los combustibles. En el sector no descartan que vuelva a regir un nuevo congelamiento en el surtidor, tal como ocurrió en circunstancias similares. En este contexto de incertidumbre económica y política se empiezan a discutir aumentos salariales.
Este mes se presenta con algunas dificultades. El país atraviesa un momento político de conflicto y subyacen reclamos por parte de importantes sectores, tanto empresarios como gremiales. En lo que respecta a combustibles ya se empieza a rumorear la posibilidad de que vuelva a regularse el mercado, ideas que se sostienen en los discursos de los principales funcionarios de economía que días atrás manifestaron públicamente su deseo de que YPF contenga la escalada de los productos.
Como el resto de las petroleras seguiría ajustando las pizarras, a pesar que la estatal levante el pie del acelerador, podría anunciarse un nuevo esquema de control, que sería distinto al tope impuesto en 2013, ya que no cumplió con el objetivo estipulado. Si bien Guillermo Moreno, el anterior Secretario de Comercio interior ya no está al frente de esta cartera, Augusto Costa, su reemplazante, no parece encarar una propuesta diferente.
En lo concreto, YPF no está en condiciones de ubicarse muy por debajo de la competencia, por su imposibilidad de seguir creciendo en la participación de las ventas. En base a la experiencia de épocas pasadas tampoco se espera que las otras marcas se adapten a los pedidos oficiales de frenar las subas, siendo Shell el paradigma de esta postura. Además, la devaluación del peso aplicada meses anteriores encareció los costos de producción y empuja a las petroleras a remarcar las naftas para mantener la rentabilidad y sostener los planes de inversión, previstos en dólares.
Es en este escenario que las estaciones de servicio comienzan a negociar los aumentos de sueldo, costo que representa el 80 por ciento de los egresos mensuales. Carlos Acuña, Secretario General de la Federación de Obreros y Empleados de Estaciones de Servicio (FOESGRA) adelantó que el piso para empezar a dialogar este año es del 30 por ciento, lo que aproximadamente determina un haber mínimo de $6500. Los empresarios, mientras tanto, aseguran que no están en condiciones de absorber tales incrementos, sobre todo por la incertidumbre general sobre el negocio.
En los próximos días se irán definiendo estos temas. En cuanto a las paritarias sólo hay conversaciones informales que permiten delinear estrategias para negociar en el Ministerio de Trabajo, pero de números firmes poco se ha hablado. Así las cosas, los dueños de las bocas de expendio solicitan a YPF un aumento en la bonificación del 3 por ciento, medida que consideran imprescindible para que cerca de 600 estaciones puedan seguir funcionando en este contexto de inflación y aumento de costos acelerados.
