Cuando aun era gestionada por Repsol, la estaciones de servicio de la petrolera despachaban 4.5 litros de combustibles de cada 10 que salían de los surtidores argentinos. Diez años después y estatizada, la preferencia de los consumidores hizo que el volumen trepara a 6 litros. Las razones de esta evolución.
La estrategia trazada por la gestión estatal al frente de YPF para capitalizarse a través de los surtidores está dando sus frutos: este año la petrolera alcanzó uno de los puntos más altos en la preferencia de los consumidores desde que fuera privatizada.
De acuerdo a datos oficiales, la compañía al mando de Miguel Galuccio despachó este año 6 de cada 10 litros de naftas y gasoil que se venden en el país. “En un contexto de precios acomodados, a razón de 1.50 dólares el litro de súper es un negocio redondo, incluso mucho más rentable que en las épocas del uno a uno” opinan los especialistas.
YPF decidió sostener su andamiaje a través de esta operatoria. Meses atrás presentó los resultados de todo 2013, donde comunicó un aumento del 45,6 por ciento en sus ganancias mientras que subió 11 por ciento su nivel de reservas a 1.083 millones de barriles alcanzando la “mayor tasa de reemplazo de los últimos 14 años”.
“Los resultados que pudimos obtener en estos dos años demuestran que la decisión de nacionalizar la empresa fue la correcta. Hoy el país cuenta con una herramienta fundamental para el desarrollo de su futuro energético“, enfatizó al respecto el titular de la compañía.
El saldo positivo se logró gracias a una única razón: la suba en los precios de comercialización de los combustibles, del 44 por ciento ese año. Para 2014 la situación se presenta aun más favorable ya que en solo siete meses las pizarras acumulan ajustes cercanos a ese índice.
Según expresó Galuccio durante la presentación de su Plan de Gestión, la empresa necesita inversiones por 37.200 millones de dólares en el período 2013-2017, de los que se financiarán con recursos propios unos 32.600 millones. La meta es aumentar la producción de petróleo y gas en un 32 por ciento y la de nafta y diésel en un 37 por ciento.
Hace una década la petrolera gestionada en ese entonces por Repsol ostentaba el 48 por ciento del market share, 10 puntos menos que en la actualidad. Mal no le iba pero a diferencia del presente, las ganancias acumuladas en 2003 totalizaban un tercio de las anunciadas este año.