YPF disminuyó 35 por ciento las compras de naftas y gasoil desde el exterior en comparación con el año anterior. El resto de las empresas operó de manera similar a excepción de Shell que las aumentó. Para solventarlas se destinaron 1200 millones de dólares
La insuficiente producción de combustibles de las refinerías locales volvió a demandar en 2012 un notable volumen de combustibles provenientes desde el exterior para dar respuesta a la creciente demanda interna. Fueron 53 millones de litros de naftas y 1.347 de gasoil, por los cuales se debieron desembolsar 1.202 millones de dólares, según informó la Secretaría de Energía.
Sin embargo, las compras del año pasado estuvieron muy por debajo de las de 2011, alcanzando una reducción del 35 por ciento comparando ambos períodos. YPF, por su magnitud, fue la empresa que más restringió las adquisiciones (457 millones de litros), seguida por Esso y Petrobras. Shell, en cambio, debió recurrir a la asistencia del exterior en mayor proporción que en 2011.
Al no producirlo la mayoría de las petroleras, el producto más demandado fue el Gasoil Premium. Se debieron importar 1.201 millones de litros, casi el mismo volumen que comercializaron las estaciones de servicio en todo el año. La estatal hizo punta con 820 millones, Shell le siguió con 202 y Esso con 141 millones.
En lo que respecta a las naftas, la importación de Ultra se desplomó de 134 millones de litros en 2011 a 45 en 2012, mientras que sólo se requirieron desde el exterior 8 millones de la variedad súper.
La reducción de las compras provenientes de países vecinos está directamente relacionada con la decisión del Gobierno de mermar el déficit de la balanza comercial energética que en 2011 cerró con un déficit de 2.931 millones de dólares, según datos del INDEC. Bajo esa premisa, durante el primer semestre YPF rebajó un 47 por ciento las importaciones de combustibles lo que significó un ahorro de 218 millones de la moneda estadounidense.
Para alcanzar esa meta la compañía optimizó las operaciones en refinación y producción de combustibles de manera de garantizar el normal abastecimiento del mercado y, a la vez, reducir los niveles de importación Según datos de la compañía, las refinerías de YPF pasaron a funcionar desde agosto a su capacidad plena, al 100 por ciento de utilización, con altos rendimientos, casi superando niveles históricos de productos terminados.