Si bien con algunos altibajos, la cifra no deja de sorprender por su incesante crecimiento. Gracias a ello, nuestro país ocupa el cuarto puesto en el mundo en cantidad de rodados y en bocas de carga. Vaticinan un desarrollo exponencial para los próximos años.
Las conversiones vehiculares a GNC siguen derrumbando récords mes a mes. En agosto el parque automotor alcanzó 1.752.447 unidades habilitadas para circular (la más alta de su historia), 280.000 más que hace una década y 50.000 por encima de las existentes cuando comenzaba 2015.
Este desarrollo exponencial consolidó a la Argentina como el país más desarrollado del mundo en esta materia. Un documento elaborado por el Ministerio de la Industria en conjunto con las entidades del sector asegura que nuestro país es el principal exportador mundial, ubicándose de manera destacada en los cinco continentes.
Actualmente los rodados convertidos a GNC representan el 15 por ciento del total circulante y su consumo anual es de 2.700 millones de litros de nafta equivalentes. Otro dato significativo es que el 12 por ciento de los vehículos a gas natural del mundo, se encuentran en Argentina.
Las expectativas para este combustible son ampliamente positivas. Según estudios recientes las previsiones otorgan cifras de entre 50 y 65 millones de vehículos a Gas Natural en 2020, y una estimación más abierta de entre 100 y 200 millones en 2030.
Como es de suponer, las estaciones de servicio también acompañan este proceso. En Argentina existen 2.000 bocas de carga y hay varias en proyecto; en el mundo suman más de 23.000 y se espera que lleguen a 40.000 en 2025
Es que sus ventajas son innumerables. Cuesta una fracción del precio de la nafta o el gasoil en términos de costo directo. El promedio mundial indica que circular a GNC es un 66 por ciento más económico que moverse a nafta y cuesta un 33 por ciento menos en comparación con el gasoil.
Respecto de la vida útil del motor, los especialistas aseguran que la extiende requiriendo menores gastos de mantenimiento, ya que alarga el lapso de cambio de aceite y bujías y disminuye la necesidad de afinación del motor. El aceite que lubrica la planta motriz es menos contaminado si se utiliza gas natural, por lo cual se duplican los intervalos entre los cambios. Además no forma sedimentos y mantiene las bujías limpias.
Asimismo Argentina es un gran productor de gas y cuenta con una de las redes de gasoductos más importantes del mundo. El informe oficial da cuenta que la vecindad con Bolivia permite considerar las reservas regionales para alimentar en un futuro a provincias del NOA que aún no han accedido al uso del gas natural.
Finalmente se destacan sus cualidades de limpieza que pueden mejorar sensiblemente las condiciones ambientales, disminuyendo la creciente contaminación urbana. Los motores a GNC emiten un cuarto menos de dióxido de carbono que la nafta y una ínfima porción de monóxido de carbono. El GNC no contiene azufre, partículas ni trazas de metales pesados.