Grietas en la industria del Biodiesel

La Asociación Argentina de Biocombustibles e Hidrógeno planteó con preocupación los cambios que ha mostrado el sector en los últimos tiempos por el cierre de los mercados europeos y la indeterminación de una fórmula de precios estable para la plaza local. Así y todo, crecen las inversiones y la producción.

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A partir de la sanción de una ley en 2006 que promocionó el uso de los Biocombustibles, la zona del puerto de la Provincia de Santa Fe se transformó en el centro de interés para las inversiones extranjeras. Tal es así, que de no disponer plantas para elaboración de Biodiesel hasta mediados de la década pasada, en apenas cinco años se alcanzó una capacidad de producción de 3,5 millones de toneladas.

Sin embargo, advierte, Claudio Molina, Director Ejecutivo de la Asociación de Biocombustibles e Hidrógeno “el uso de la capacidad de producción durante los últimos dos años rondó el 75 por ciento”. Esto se explica por la recesión económica a nivel mundial, que impulso el consumo a la baja, y por la decisión de la Unión Europea de impedir la importación de productos nacionales como represalia a la expropiación del Grupo Repsol en YPF, medida que afectó a las diez empresas que se dedican al negocio de la exportación.

Las promesas que realizó Cristina Fernández de Kirchner en ese momento jamás se cumplieron: «cualquiera sea la decisión soberana que tome España no la vamos a cuestionar. Van a pagar un biodiesel más caro y no sé cómo impactará en su economía. Pero quiero decirles a los argentinos que estén tranquilos, estamos produciendo y en condiciones de absorber esa producción de 400 mil toneladas que exportamos a España e incluso 700 mil más de nuestro mercado»

Llegando al mes de septiembre el Secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, obligó a retrotraer la decisión de elevar el corte obligatorio con gasoil al 10 por ciento para uso vehicular.

Frente a esto, Molina propone “lograr la generalización del uso de biodiesel en el mercado interno, a través de mezclas de un 10 por ciento con gasoil mineral (B10), de acuerdo al programa que llevaba adelante el Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios de la Nación hasta julio del presente año”. Del mismo modo, recomienda la implementación del uso de B20 para el transporte automotor de pasajeros, agro y generación eléctrica.

Las Pymes también se vieron afectadas durante este año por la reducción del 15 por ciento sobre el precio de la tonelada que aplicó la Secretaría de Energía durante el mes de agosto. Si bien el mes pasado hubo una recomposición, Molina señala que “no hay una regla que genere certeza en las operaciones”.

“Los precios internos no son publicados con una periodicidad determinada, sino que de manera errática. Y para peor, la reciente segmentación de precios en el mercado interno, no tiene correlato en una norma ad hoc que defina los criterios que utilizó la Unidad Ejecutiva Interdisciplinaria de Monitoreo para su implementación”, criticó el dirigente.

(Fuente: Surtidores)