Los expertos aclaran que el mercado local está disociado de las referencias externas, por lo que no esperan modificaciones en el corto plazo. ¿Cómo juega YPF en estas decisiones? Momento de definiciones para el Poder Ejecutivo, en un contexto donde el país apuesta a Vaca Muerta.
En Nueva York el precio del barril de crudo ayer descendió a 45 dólares, una cifra que Jorge Gaimaro, especialista del Instituto Argentino de Energía “General Moscóni” (IAE) admite que “hace un mes parecía impensado”. Ningún analista profesional esperaba una reacción de este tipo para mediados de la década. Por el contrario, avizoraban un ajuste en alza y progresivo.
¿A qué se deben estos movimientos? Varias razones dan cuenta del proceso, según Gaimaro. En principio, señala que “el valor del crudo no es sólo de libre mercado (oferta y demanda); tiene un alto componente político y no se trata sólo de sus costos de explotación y de los márgenes; sube o baja en función de determinadas variables”.
Semanas atrás, a diferencia de situaciones similares anteriores, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) decidió aumentar la producción, aún con precios bajos. Mientras tanto, la demanda en el mundo cae, impulsando a la baja su cotización.
Este cambio de rumbo a nivel global de las naciones petroleras no se da por casualidad: perjudica los proyectos de hidrocarburos no convencionales en Estados Unidos y Argentina, además de muchos Off Shore, sobre la plataforma marítima, que por cuestiones de competitividad quedaran en stand by. En general, necesitan un importe superior a los 80 dólares para ser rentables. También afecta a las energías renovables, que en Europa empezaron a ser muy tenidas en cuenta, sobre todo en Alemania, España y Dinamarca.
En este contexto, surge una pregunta: ¿Hasta qué punto podrá caer? Gaimaro fijó su posición: “podría seguir bajando pero en algún momento va a repuntar; no podemos determinar en qué momento, es difícil de establecer; pero en el largo plazo la tendencia es que el petróleo siga subiendo; a pesar de que hay reservorios y producción para mucho tiempo”.
¿Y en los surtidores? ¿Qué puede pasar en 2015? Sobre este aspecto Gaimaro señala que “el gobierno se encuentra en una encrucijada, porque si reduce el precio interno perjudica a YPF y sus inversiones en Vaca Muerta debido a que no tiene fuentes de financiamiento para compensar los ingresos; y además haría que se desplomen las acciones de las compañías”.
En definitiva, explica que si las autoridades toman la decisión de trasladar al público las transformaciones externas, “estaría afectando a YPF, que apuesta a explotar los recursos no convencionales”. Por lo tanto supone que no habrá grandes modificaciones a lo largo de 2015. “Tenemos una coyuntura particular porque estamos totalmente disociados del mundo”, agregó.