Pagar a la petrolera con valores de terceros es una de las opciones que alivianan los problemas de rentabilidad. De todas maneras, como los cobros en esta metodología son muy inferiores al pago de proveedores, aclaran que la solución de fondo pasa por negociar con la bandera o pedir su derogación.
El impuesto al cheque fue absorbido hasta no muchos años por YPF, el principal jugador del mercado con el 54 por ciento del share, pero luego obligó a sus operadores a hacerse cargo. Esta medida unilateral representó una disminución en la rentabilidad de la red de estaciones de aproximadamente el 18 por ciento, lo que debilita el ya de por sí esquema de bonificaciones, fijado en promedio del 8 por ciento sobre la venta de combustible.
Luis Navas, asesor legal de la Asociación de Estaciones de Servicio (AES) señala que legalmente, cada empresa petrolera y el operador “tienen su responsabilidad ante el impuesto”. Sin embargo, plantea como solución para los estacioneros “pagar con cheques de terceros”. De esta manera explica que se evita abonar el 1,2 por ciento que hoy pagan a la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) en concepto de impuesto a los débitos y créditos bancarios.
No obstante, considerando que “en la gran mayoría de los casos el expendedor no tiene un volumen significativo de cheques recibidos en pago, de sus clientes, para saldar a la petrolera”, Navas analiza que “el recurso más adecuado es negociar con la compañía para que reintegre” el tributo.
Como solución definitiva el dirigente afirma que “la única forma de evitar este impuesto es pidiendo su derogación y obtenerla”. Aclara que no es fácil de conseguir que quede sin efecto, siendo que se trata de un gravamen que se instaló en 2001 para incrementar la recaudación fiscal, cuando el Estado se encontraba en emergencia económica, “pero que todos los gobiernos lo siguieron renovando”, sin distinción de color político.
En 2012, representantes de las bocas de expendio solicitaron al secretario de Coordinación y Gestión, Roberto Baratta, la necesidad de revisar esta carga tributaria que pagan las estaciones de YPF aun cuando funcionan bajo el sistema de consignación, lo que hace directamente a la empresa de los productos que vende como su propiedad.
En su momento, cuando Repsol todavía manejaba el paquete accionario de la empresa, el Gobierno se comprometió a discutir el tema y trabajar para evaluar modificaciones de fondo. Los funcionarios comprendieron el reclamo y así lo manifestaron en diversas reuniones, sin embargo, luego de la expropiación, el oficialismo desestimó todos los proyectos referidos a este tema.