En Córdoba clausuraron dos establecimientos, uno de ellos, de marca Shell, por no contar con rejillas perimetrales en uno de los surtidores; el otro sin bandera por instalar tanques mientras avanzaba en las obras civiles para transformarla en dual debido a que no respetaba todas las normas de seguridad establecidas para el caso.
La municipalidad de Córdoba intensificó los controles a los puestos de venta de combustibles.
Pablo Bornoroni, presidente de la Federación de Expendedores de Combustibles y Afines del Centro de la República (FECAC) asegura que las autoridades reforzaron las inspecciones a tal punto que hasta los días sábados hay personal en la calle fiscalizando el funcionamiento de las bocas de expendio.
Una vez que llega el inspector al establecimiento, lo primero que solicita al encargado son los documentos que avalan el cartel habilitante final. Esta autorización para funcionar indica todas las obligaciones que deben cumplir los operadores.
Al respecto, el directivo detalló cuales son las exigencias a tener en cuenta: “certificado de medio ambiente de la municipalidad y de la provincia, el estado de la cámara decantadora, que las estaciones tengan todas las rejillas, certificado de la distribuidora de gas, todos los seguros que se deben contratar, como el que involucra la contaminación de los suelos, la fecha y cantidad de matafuegos”, entre otras.
La semana pasada la intendencia de Córdoba clausuró dos locales por distintos motivos. Uno de bandera Shell, ubicado en el centro de la capital que no contaba con la rejilla obligatoria en uno de los surtidores. El otro, blanco, estaba colocando tanques para incorporar combustibles líquidos a la oferta de gas y no respetaba todos los procedimientos legales.
Por eso Bornoroni, recomienda a las estaciones que gestionen los trámites que puedan quedar pendientes. Asegura que “los operadores están trabajando sobre el tema” y reconoce que “en general todos están al día”. De todas maneras no descarta que algún punto se pueda escapar; de ahí su preocupación.
