Fue ayer por la tarde en un encuentro informal. Desde la entidad que representa a las estaciones de servicio aseguran que el incremento “está totalmente fuera del alcance” y se comprometieron a realizar una contra propuesta. Mientras tanto, el tema YPF parece quedar fuera de la discusión
Los máximos representantes de la Federación de Obreros y Empleados de Estaciones de Servicio (FOESGRA) se reunieron con dirigentes de la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines de la República Argentina (CECHA) para informar formalmente su intención de que este año ningún empleado perciba un básico menor de 6.500 pesos.
De acuerdo al convenio 371, que es el que se firmó el año pasado, representa un aumento salarial del 44 por ciento, aunque sin contemplar los adicionales por movimiento de caja y presentismo, que suman otros 436 pesos y que si se agregan a la cuenta, la pretensión se reduce al 39 por ciento.
Oscar Díaz, presidente de CECHA señala que “ese monto está totalmente fuera de nuestro alcance”, al menos en las actuales condiciones económicas que presentan las bocas de expendio. “Es imposible llegar”, lamenta, por el hecho de que muchos operadores se encuentran ya de por si sobre el punto de equilibrio.
Mientras tanto, desde YPF aclararon que evaluarán mejoras comerciales para las estaciones de servicio una vez que se hayan cerrado los aumentos de sueldo. “Van a analizar la situación a posteriori de la paritaria y recién ahí pensarán medidas para evitar el impacto del aumento”, comentó.
Díaz admite que “esto nos pone en una posición complicada”, ya que los obliga a negociar con FOESGRA de acuerdo al nivel de ingresos que presentan los expendedores en la actualidad, que en su opinión es bajo.
En este marco, el dirigente se comprometió a realizar una contra propuesta, consensuada con sus pares, para alcanzar un acuerdo que coincida con las necesidades del personal pero que a la vez no obligue a los locales a abandonar el negocio. No quiso estimar un porcentaje pero asegura que sería bastante más bajo del que proponen los empleados.
Hasta el momento, el Ministerio de Trabajo no convocó a las partes, a pesar de que el gremio ya pidió la audiencia. No obstante, en dos semanas podría haber otro encuentro informal, donde operadores y empleados irán definiendo las posiciones ante el tema. Como desde un principio, el gremio no descarta tomar medidas de fuerza, al igual que en 2011.