De los casi 20.000 millones de litros que se vendieron hasta el mes de noviembre, 5.000 fueron comercializados de manera directa por las compañías petroleras. Sin embargo en el gasoil la participación asciende a más de mitad.
Según datos de la Secretaría de Energía, hasta el mes de noviembre de 2013 se comercializaron en todo el país 19.943 millones de litros de naftas y gasoil en todo el país. De ese volumen, 14.869 millones salieron por los surtidores de las estaciones de servicio, ocupando este segmento el 75 por ciento del total de las ventas.
El 25 por ciento restante correspondió a ventas realizadas por las compañías petroleras eludiendo las bocas de expendio. Son operaciones que por su caudal se efectúan de manera directa y sus principales clientes son las empresas de transporte, el agro, las industrias y usinas.
No obstante al desmenuzar el relevamiento oficial, se observa que la relación crece desproporcionadamente en determinados segmentos. Por ejemplo, en el caso del gasoil Grado 2, la participación de las empresas se expande al 60 por ciento en tanto que en la nafta común la intervención de las grandes compañías se reduce al 37.
Entre las empresas, PDVSA es la que más aporta al segmento de las estaciones de servicio, ya que de acuerdo a este informe, el ciento por ciento de sus productos se distribuye a través de ese canal. La sigue Shell, con el 85 por ciento; Petrobras, con el 82; YPF, el 74; Oil Combustibles, el 73 y Esso con el 62 por ciento.
Este tipo de operatoria, es según muchos expendedores, una de las principales causas del deterioro del sector. En la Justicia hay varias denuncias que acusan a las petroleras de «competencia desleal» y diversos proyectos de ley para impedir la integración vertical, aunque por ahora ninguno tuvo siquiera trato parlamentario que mereciera su debate.