Según datos de la Secretaría de Energía en noviembre del año pasado YPF tenía activos 48 de los 67 pozos perforados bajo esta técnica, produciendo a un ritmo de 2.776 barriles de petróleo por día, lo que representó un 0,5 por ciento de la producción nacional. Todas las petroleras apuestan a este negocio en el mediano plazo
Ya en la década del setenta la cuenca neuquina se transformó en la más importante del país. Actualmente aporta el 40 por ciento de la producción de petróleo y el 50 por ciento de la de gas, gracias a los 19.000 pozos perforados en toda su historia.
El Ing. Hugo Néstor Giampaoli, experto en la materia, destaca en la revista especializada Petrotecnia el potencial de este yacimiento para la producción de hidrocarburos no convencionales. “La Argentina es uno de los países con mayores posibilidades de producción de shale, en particular de la Formación Vaca Muerta en la Cuenca Neuquina, la cual posee características que igualan e incluso superan a las formaciones productivas exitosas de los Estados Unidos”, subrayó.
En nuestro país, YPF fue la empresa que más interesada se mostró en explotar Vaca Muerta. Sus actividades comenzaron en junio de 2010, cuando perforó el pozo Loma de la Lata Karst – x1 (LLLK-x1). Desde entonces, la petrolera estatal ha sido responsable de 49 de los 67 pozos informados a la Secretaría de Energía hasta noviembre de 2012, lo cual la transforma por lejos en el mayor actor del shale de la Argentina en estos dos primeros años de desarrollo. Otros operadores también están dando sus primeros pasos: AM. Petrogas 1, Medanito 1, Roch 1, Total 1, PAE 2, Apache 3 y Pluspetrol 9.
El experto subraya que “desde mediados de la década pasada, en los Estados Unidos se perfeccionaron técnicas de perforación y completación de pozos que permiten obtener caudales rentables tanto de gas como de petróleo provenientes directamente de la roca generadora”.
El impacto ha sido tan importante que ese país logró detener la tendencia negativa; más aún, ha podido incrementar su producción y reducir fuertemente las importaciones, generando así una baja en los precios, fundamentalmente del gas. Esta es la meta de YPF, para el mediano plazo, cuando este avanzado su plan de inversiones.