A pesar del aumento de las naftas producido a principios de mes, los talleres observan poco movimiento ¿Cuáles son los motivos? Para el segundo semestre se espera un alza de las ventas de equipos, principalmente en sistemas de quinta generación.
El Ministerio de Energía y Minería consensuó con las petroleras una suba del 12 por ciento en lo que va del año, llevando el litro de súper a un promedio de 16 pesos en el interior del país. El GNC, por su parte, aunque tuvo ajustes menores, se mantiene en un rango de entre 5 y 6 pesos, lo que significa un tercio de lo que vale el combustible líquido en surtidor.
En este contexto, Victor Derlich, titular de la firma especializada Esigas, considera que “a la larga todo el mundo va a tener que andar a gas”, recordando la época dorada de la actividad, de comienzos de la década pasada, cuando el bolsillo empezaba a flaquear.
También pone sus expectativas en las garantías de suministro que brinda el yacimiento de hidrocarburos no convencionales, Vaca Muerta, que si bien actualmente no aporta un caudal significativo de producción, se supone que lo hará en el futuro, cuando se reordene el mercado y crezcan las inversiones.
Por estos días, Derlich encuentra un negocio expectante pero planchado: “el problema es que está faltando plata. La gente no quiere tomar decisiones luego del cambio de gobierno. Están esperando que se terminen las transformaciones para empezar a moverse”. Ya en junio, entiende que se potenciarán las consultas por sistemas de inyección a gas.
Hoy en día, un equipo de tercera generación con tubo de 30 litros oscila en torno a los 12 mil pesos. Uno de quinta, en cambio, dependiendo del volumen que pueda almacenar, cuesta hasta 25 mil pesos.
“Cada vez se vende más de quinta y menos de tercera”, indica el empresario, por el interés que muestra en el GNC el parque automotor moderno. Para amortizar la operación, Derlich estima que es necesario recorrer 20.000 kilómetros, tomando los nuevos valores de los combustibles líquidos al público.
Normativas en revisión
El Ente Nacional Regulador del Gas (ENARGAS) avanzó a lo largo de 2015 en conjunto con las cámaras empresarias del sector para tratar de formalizar a través de un nuevo esquema de control toda la cadena de comercialización de los sistemas de inyección de gas vehicular.
Luego del recambio de autoridades, Derlich informa la normativa “se está revisando”, por eso hasta el momento no hay definiciones ni novedades. “Se va a demorar varios meses”, consideró.
Fuente: SURTIDORES