A las estaciones que venden solo en efectivo se les hace cada vez más difícil mantener la seguridad de los negocios. Es que por efectos de la inflación que lleva a los bancos a priorizar los billetes de más alta denominación, las recaudaciones son más significativas y en ocasiones los playeros no llegan a desprenderse de ellas a tiempo. Soluciones al alcance
Quienes hayan retirado dinero de los cajeros automáticos en los últimos días pudieron comprobar que los billetes de 100 pesos, ya llegaron a la serie Z. Y mientras tanto, los de menor valor escasean. Es que los cajeros hace rato dejaron de entregar billetes de 10 ó 20, y casi no proporcionan de 50 pesos. La razón no es mala voluntad de los bancos, sino que cada cajero tiene un espacio físico limitado, y ante la inflación que lleva a la gente a necesitar cada vez más efectivo, optaron por priorizar los billetes de más alta denominación para no tener que reponer constantemente las máquinas.
Esto también se traduce en un problema para las estaciones de servicio, especialmente aquellas que venden combustibles solo en efectivo. Las recaudaciones son cada vez más significativas y en ocasiones los playeros no llegan a desprenderse de ellas a tiempo exponiéndose a posibles robos.
Estudios privados señalan que el poder adquisitivo que tenía un billete de 100 pesos hace cinco años, en la actualidad equivale a apenas 33. Esta situación replica en los surtidores magnificando los esfuerzos de los operadores para brindar seguridad, tanto al comercio como a sus empleados.
La mayoría de los establecimientos cuentan con cajas seguras para que los operarios vayan depositando el dinero. Pero existen otras soluciones, como la que ofrece la empresa Metrosafe, que desarrolló un sistema que habilita las operaciones apenas el playero inserta el código personal. A partir de ese momento coloca los billetes en la “boca” que presenta la máquina y recibe un ticket de respaldo por la cifra que depositó. El software electrónico registra la operación y puede controlarse vía online.
También optimiza la organización de los distintos departamentos administrativos, evita la recepción de billetes falsos y facilita los arqueos de caja, como así también el recuento de efectivo
Las empresas de transporte de caudales también son una buena salida. Aunque por efectos de la emisión advirtieron que se necesitarían billetes de más alta denominación por razones logísticas: cada vez deben hacer más viajes para juntar la recaudación.