Expertos en energía aseguran que la devaluación de la moneda afecta en todos los aspectos que hacen al negocio: suben los costos por la alta dependencia de insumos importados a la vez que caen los ingresos, recaudados en pesos. Advierten que YPF tendrá que reevaluar la tasa de interés que ofrece en los bonos para ahorristas, ancladas en el 19%.
La desvalorización que aplicó el Gobierno Nacional beneficia principalmente a los sectores exportadores de la economía nacional. Las actividades que operan en su gran mayoría con insumos traídos del exterior, en cambio, vieron encarecidas en un 20 por ciento los costos operativos. Tal es el caso del sector petrolero, donde la incidencia de las importaciones alcanza el 80 por ciento.
Sin dudas, este ajuste del tipo de cambio afecta a las inversiones en Vaca Muerta. Las empresas que ya anunciaron tareas de explotación de hidrocarburos no convencionales están reconfigurando las cifras, y las que estaban en puerta ahora analizan en qué país se hace más interesante operar. En México y Colombia la técnica de fractura todavía no está habilitada legalmente, pero ambas naciones cuentan con gran cantidad de recursos y ya se está realizando un intenso debate acerca de sus efectos ambientales. Por eso el temor en el sector local es que si se aprueba la explotación de Shale, las compañías internacionales prefieran instalarse en estos países por las libertades comerciales que ofrece.
Con el dólar a 8 pesos y una inflación del 30 por ciento anual, para YPF se presenta un nuevo inconveniente: aumentar los precios de los combustibles por encima de la inflación real se transformó en una tarea ardua y complicada. El tema no es menor ya que este fue el principal mecanismo que eligió Miguel Galuccio, el CEO de YPF, para reunir los 37.200 millones de dólares que implica el plan de los 100 días. Sobrepasar estos valores para conseguir un aumento de caja real significaría aplicar incrementos del 45 por ciento en las estaciones de servicio.
Si bien en los últimos dos años los ajustes en el surtidor fueron superiores en todos los productos al 30 por ciento, así y todo, no alcanzan para cumplir las metas previstas para los próximos tres años. Conseguir socios privados se hace también más difícil, sobre todo teniendo en cuenta la falta de previsibilidad que presenta el negocio.
Al respecto, Gerardo Rabinovich, especialista y Vicepresidente 2º del Instituto Argentino de la Energía (IAE) “General Mosconi” explica que la otra pata financiera del proyecto de YPF, la emisión de bonos para ahorristas, también deberá readecuarse frente a este nuevo contexto, ya que ante una tasa del 19 por ciento anual no aparece como una alternativa atractiva para resguardar el valor del dinero.
Especialistas ven con optimismo el futuro de la energía por el avance de las inversiones petroleras