Al tiempo que el oficialismo perdió 26 bancas, la oposición sumó 38. Esta modificación en la correlación de fuerzas dentro de la Cámara legislativa podría ser el puntapié inicial para renovar la posibilidad de debatir la Ley de Comercialización de Combustibles así como otras ordenanzas afines a la actividad.
La elección a presidente, y en especial la magra cosecha de votos recolectada por el oficialismo, deparó un sinnúmero de sorpresas, entre ellas el cambio de la composición de la cámara de diputados, donde el bloque del Frente para la Victoria y sus aliados perderán 26 bancas alejándose de los 129 que exige el quórum.
Este nuevo escenario abre las puertas al debate de algunas propuestas relacionadas con la actividad de las estaciones de servicio, actualmente sin posibilidades siquiera de ser consideradas por el freno que le impusieron los legisladores del hasta ahora partido gobernante.
Una de ellas es la remanida Ley de Comercialización de Combustibles, una iniciativa largamente esperada por empresarios y los trabajadores del sector. Se trata de una normativa que impide a las empresas petroleras, distribuidoras mayoristas o importadoras de combustibles de uso automotor realizar ventas a consumidores directos hasta un 15 por ciento de sus ventas totales en el mercado interno.
Este proyecto fue consensuado por las cámaras de expendedores y el sindicato de estaciones de servicio en conjunto con el entonces presidente de Shell y hoy uno de los máximos referentes del Frente Cambiemos en temas energéticos, Juan José Aranguren. Se especula que su llegada al poder tras un posible triunfo en el balotaje del 22 de noviembre, sería un buen espaldarazo para impulsar su discusión en el recinto.
En aquella oportunidad el ex CEO de la segunda petrolera del país dejó algunas frases que hoy podrían cobrar vigencia: “Estoy de acuerdo en que los precios deben ser fijados por las estaciones de servicio”. También el directivo mencionó un vacío legal existente en la legislación vigente que podría generar controversias: “es necesario establecer una definición de comercialización minorista”, al tiempo que expresó: “cuenten con nosotros para debatir este proyecto”.
Otra propuesta que corrió la misma suerte fue presentada por Elisa Carrió y es la que estimula el uso obligatorio de motores híbridos o a GNC en el autotransporte público de pasajeros en localidades de más de 300.000 habitantes. En el actual contexto, la cercanía de la referente de UNEN a Mauricio Macri ilusiona con su tratamiento en un futuro no muy lejano.
Fuente: SURTIDORES
