Los aumentos en la zona de Capital Federal y Gran Buenos Aires superaron el 400 por ciento ¿Cómo impacta en el negocio? Un panorama complicado para las bocas que comercializan combustibles líquidos, por las dificultades para manejar el precio. Las estaciones cursaron notas a las principales distribuidoras para reclamar que se mantenga el esquema anterior de tarifas.
Cuando el Ministro de Energía y Minería Juan José Aranguren asumió en funciones, decretó la emergencia energética con el objetivo de exponer los inconvenientes que presenta la industria en lo que respecta a distribución de energía eléctrica, donde más se nota la falta de inversiones, pero también de los faltantes de generación.
Para tratar de incentivar obras por parte del sector privado, principalmente en EDESUR y EDENOR, pero también en el interior, quitó gran parte de los subsidios que pagaba el Estado Nacional y ajustó el cuadro tarifario en los segmentos de generación, transporte y distribución. Además, le pidió a las distribuidoras provinciales que corrijan las tarifas, con la promesa de envío de fondos para obras.
Para las estaciones de servicio, asegura Hernán Landgrebe, directivo de la Federación de Empresarios de Combustibles de la República Argentina (FECRA), “tuvo un gran impacto; locales que pagaban 27 mil pesos recibieron las nuevas facturas con un costo de más de 80 mil”.
En lo que respecta a los puestos que ofrecen naftas y gasoil plantea que “no hay otra alternativa” que asumir el nuevo gasto, considerando que en el actual escenario no hay margen para trasladar la suba al surtidor. “Los que ofrecen GNC quizás puedan mover un poco los precios”, diferencia. Aunque también aclara que la maniobra es acotada, por la caída de las ventas y el contexto de gran competencia.
Desde la Asociación de Estaciones de Servicio Independientes (AESI) cuestionaron también los nuevos plazos de pago: “No sólo registran el aumento sideral tan anunciado sino que nos adelantan la fecha de vencimiento, que históricamente ha sido a los días 3 o 4 del comienzo del mes”, indicaron. Desde ahora, la cancelación de la factura es el último día de cada mes, por ejemplo, el 31 de marzo.
En tanto, ya fueron cursadas notas a las principales distribuidoras para reclamar que se mantenga el esquema anterior y así evitar el desfasaje financiero de los expendedores.
Por Gastón Fenés
Fuente: surtidores.com.ar