A pesar de su precio, el uso de naftas y gasoil de máxima calidad es una tendencia en alza. Sin embargo sólo se produce localmente la mitad de la demanda y el resto se importa. YPF fue la empresa que más creció en este segmento: desde 2010 a la fecha duplicó su oferta
Los requerimientos de los motores modernos potenciaron notablemente la demanda de combustibles Premium en las estaciones de servicio al punto que en tan sólo tres años el expendio de estos productos creció 60 por ciento.
Según datos oficiales, en marzo el parque automotor demandó 271 millones de litros de naftas y gasoil Ultra, 100 más que en el mismo mes de 2010 y 40 por encima del año pasado. Sin embargo su producción local es claramente deficitaria: se elabora la mitad del volumen que se emplea y el resto debe importarse incrementando el saldo negativo de la balanza energética.
La migración se está efectivizando mayormente en el gasoil. En un año la distribución del derivado tradicional, comúnmente denominado Grado 2, cayó 77 millones de litros, en tanto que el de bajo contenido de azufre- sumó 43. En las naftas en cambio, se estancó la variedad de máximo octanaje y sólo escaló la súper.
Contrariamente a la opinión de la Presidenta Cristina Fernández, quien aseguró (en alusión a Shell) que ”hay compañías que se aprovechan y fijan un precio Premium más alto y condenan a YPF a que abastezca a la totalidad del mercado para llevarse la crema del negocio”, fue justamente la petrolera estatal la de mayor evolución en este tipo de segmento: desde 2010 duplicó la venta de naftas y gasoil Grado 3; le siguió Esso con el 59 por ciento mientras que la angloholandesa amplió sus ventas un 16 por ciento en este período.
No obstante, además de apuntalar la rentabilidad del negocio petrolero y de responder a las exigencias cualitativas que presentan las nuevas unidades motrices, sobresale otro motivo que explica la expansión de la demanda. “Hay un crecimiento genuino de estos productos pero también obedece a la falta de otros combustibles”, opina Raúl Castellano, de la Federación de Expendedores de Córdoba.
Actualmente la participación de estos combustibles en la oferta general representa el 20 por ciento del mercado, 7 más que tres años atrás.