Atribuyen la opinión al hecho de que el Estado recauda mucho más dinero a través de los impuestos a los combustibles líquidos y que no le influye el parque automotor pequeño formado por 2 millones de unidades a gas.
pesar de que existe un optimismo en el sector respecto de la previsibilidad en los precios y el repunte de las conversiones de automóviles chicos y medianos al sistema de propulsión a gas natural, no se ve en un futuro cercano que se avance en la conversión de motores diesel para el reparto de cargas en camiones de gran porte.
Según lo dicho a surtidores.com.ar por el empresario del rubro de GNC, José Volpe, “falta interés de los gobiernos de estos últimos años por desarrollar la opción del gas para reemplazar al gasoil y de esa manera, provocar un crecimiento exponencial en la actividad”.
El especialista marplatense, luego de haberse dedicado al negocio del expendio en Estaciones de Servicio y talleres de GNC por dos décadas, decidió hace unos años abandonar el metié, aunque sin embargo, sigue siendo consultado por colegas, medios de comunicación, funcionarios y profesionales de la cuestión.
“El verdadero negocio del GNC pasa por la aplicación en los camiones que transportan mercaderías en masa por los diferentes puntos del país y también en las máquinas del agro e industriales”, consideró Volpe.
Pero de acuerdo a su visión, “ningún gobierno tuvo la impronta de impulsar el interés de la sociedad por un combustible limpio y económico como el GNC”. En ese sentido recordó un proyecto legislativo de 2003 para favorecer al GNC y equiparar la carga impositiva respecto de los combustibles líquidos, “cajoneada” y más tarde desechada por orden del entonces superministro Julio De Vido, hoy preso en el penal de Ezeiza por actos de corrupción durante su gestión al frente del Ministerio de Infraestructura.
“El consumo de GNC por parte de los autos familiares, particulares, fletes, taxis y remises, no le mueve el amperímetro al erario público porque por cada litro de gasoil recauda 12 pesos y por cada metro cúbico de GNC, solamente 5”, expresó y alegó que la causa de las crisis sufridas por el sector no pasan por la escasez de gas, sino por la falta de interés.
“No hay una política seria que genere en los ciudadanos y en los empresarios una conciencia de economía de recursos, como así tampoco, del cuidado del medioambiente y, como durante diez años estuvimos acostumbrados a tirar la energía porque el Estado la regalaba, no sabemos como sociedad cuidar de ella”, finalizó Volpe.
Fuente: Surtidores.