Las blancas advierten que con aumentos del 30 por ciento “van directo al cierre”

Expendedores autónomos plantean que “la única alternativa de cubrir un incremento en los costos de esa magnitud es reestructurando el mercado”, es decir, obligando a las petroleras a abastecer a los comercios sin bandera a un precio igual o más bajo que el que pagan el resto de las marcas

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El año pasado cerraron en nuestro país 185 estaciones de servicio, de las cuales 120, asegura Manuel García, presidente de la Asociación de Estaciones de Servicio Independientes (AESI) fueron locales que no tenían contrato de suministro con alguna petrolera.

Esto se debe, explica, porque “compramos el combustible entre un 10 y 15 por ciento más caro” que los establecimientos de bandera, por lo que se ven obligados a reducir el margen de ganancia para poder competir y capturar la clientela que “sobra”. El litro de nafta súper lo comercializan en el conurbano bonaerense a apenas $6,50 por litro, hasta un peso menos que en el interior del país.

Para el empresario, la inminente negociación paritaria pondrá otra piedra en el camino del sector. Con un incremento del 30 por ciento, los sueldos de las categorías más bajas ascenderían a 6.500 pesos, a lo que además deben sumarse las cargas sociales y patronales. “No estamos en condiciones de pagar 10.000 pesos a cada uno de los empleados”, advierte. Un establecimiento, por más pequeño que sea, no puede operar con menos de 10 empleados. “Son como mínimo 100.000 pesos”, indicó.

En promedio, según datos de la Federación de Obreros y Empleados de Estaciones de Servicio (FOESGRA) los trabajadores del sector tienen cinco años de antigüedad, lo que representa un 10 por ciento adicional, ya que cada período suma un 2 por ciento sobre el básico de acuerdo al Convenio Colectivo de Trabajo. En estas condiciones, García exige, “para salvar a las estaciones de servicio que todavía quedan en pie”, que “el Gobierno tome la decisión de obligar a los proveedores de combustibles entregar naftas y gasoil a los comercios blancos en la misma proporción que participan del mercado actualmente”. Bajo este esquema, YPF sería la máxima responsable, aunque todas las empresas tendrían que aportar volumen al canal minorista independiente.

El dirigente considera que si las compañías van a incrementar la producción de combustibles, tal cual informaron en los planes de inversión, ese excedente debe llegar al público por medio de las bocas de expendio, dentro del cual las blancas conforman el 22 por ciento del total.

(Fuente: Surtidores)