Pese a que por lo general son las más caras del mercado, las compañías no relevaron sus valores al público y sigue sin conocerse con claridad el tope en cada una de las regiones. Mientras tanto, los expendedores esperan definiciones y congelan los márgenes de ganancia
La Resolución 35/2013, emitida por la Secretaría de Comercio Interior semanas atrás con el objetivo de frenar las subas de los combustibles, desliga en las empresas dedicadas a la destilación, comercialización del petróleo y sus derivados, informar para conocimiento de sus clientes el precio más alto en las seis regiones que fue dividido el país.
Según explican desde el sector, esta tarea la están cumpliendo aunque de una manera incorrecta e insuficiente: no se están relevando los precios de las 733 estaciones de servicio sin bandera que hay en todo el país. Así confirmó Manuel García, presidente de la Asociación de Estaciones de Servicio Independientes (AESI).
“A nosotros no vino nadie a consultarnos el precio, a pesar de que es evidente que tenemos las referencias más altas del mercado por tener que comprar el combustible a los distribuidores mayoristas”, señaló.
Así se entiende porqué a la hora de entregar la documentación surgieron marcadas diferencias entre los datos de una y otra petrolera. Se supone que determinaron los topes conforme a las listas de los propios operadores de la red, sin tener en cuenta muchas estaciones instaladas en localidades del interior, donde por lo general despachan bajo volumen y a buen precio.
Este panorama de incertidumbre afecta a los estacioneros que funcionan bajo el sistema comercial de compra-venta – todos menos los de bandera YPF- ya que al desconocer el importe máximo de su zona no están en condiciones de establecer con claridad el margen de ganancia.
En algunos casos, admiten que ante el temor de sufrir represalias y sanciones por parte del ente de control prefirieron dejar las pizarras inmóviles aun cuando los proveedores aplicaron aumentos en los costos de los productos superiores a los del surtidor.