LAS ESTACIONES DE SERVICIO OFICIALES VENDEN EL DOBLE DE COMBUSTIBLE QUE LAS INDEPENDIENTES

De las 2.144 estaciones que hay instaladas en el interior del país, 589 se encuentran en riesgo, lo que representa casi el 30 por ciento del total. Alejandro Martorell, vicepresidente primero de la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines de la República Argentina (CECHA) señaló que “las estaciones de servicio independientes- aquellas que son gestionadas por empresarios particulares – venden apenas un 47 por ciento del volumen que entrega una estación oficial de petrolera”.

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Para graficar un ejemplo se puede observar el movimiento comercial de una boca de expendio de Opessa S.A, la empresa subsidiaria que controla YPF, ubicada en un punto estratégico de la ciudad de Rosario que durante el mes de octubre despachó 1.300.000 litros de combustible entre todas las variedades, tal cual muestra la página de internet de la Secretaría de Energía.

Como contrapartida, los establecimientos particulares tienen cada vez más inconvenientes para capturar clientes. Incluso hasta la misma petrolera estatal reconoce que hay más de 180 operadores de la red que no alcanzan a vender 200.000 litros mensuales y que se encuentran en serio riesgo financiero. Para este grupo, la nueva gestión otorgó subsidios de 12.000 pesos mensuales que según la visión de los dirigentes del rubro “no lograron revertir los problemas de rentabilidad”.

El proceso de concentración de las ventas es uno de los temas que más preocupa a Martorell, sobre todo teniendo en cuenta que en términos de generación de empleo el sector de comercialización independiente contribuye en el sostenimiento de más de 40.000 puestos de trabajo.

En este contexto marcó que “desde enero de 2010 a junio de este año cerraron en nuestro país 337 locales”, en su gran mayoría de marca YPF y blancos, por manejar un margen de comercialización que no llega a ser del 8 por ciento de la facturación total.

En algunas zonas, como en la Capital Federal, el empresario explica que se llegó a un punto tal en que casi no hay posibilidades de que más comercios bajen las persianas. “De las estaciones que ofrecen su servicio en la ciudad de Buenos Aires casi ninguna queda en riesgo debido al gran volumen que manejan”, den.

(Fuente: Surtidores)