Sin dudas, los camiones son los principales clientes de las estaciones de servicio de los caminos que conectan provincias con producción agropecuaria e industrial hacia los centros de consumo y puertos. Por estas rutas circulan rodados que cargan hasta 30 veces más de volumen que un automóvil particular.
Sin dudas, los camiones son los principales clientes de las estaciones de servicio de los caminos que conectan provincias con producción agropecuaria e industrial hacia los centros de consumo y puertos. Por estas rutas circulan rodados que cargan hasta 30 veces más de volumen que un automóvil particular.
En este contexto, las estaciones de servicio ubicadas a la vera de los caminos son las que más sienten la caída de la demanda cuando las actividades económicas se estancan. Esta vez se empezó a notar luego de la devaluación de la moneda, a comienzos de 2014, coincidente con la caída de la producción de automóviles, de la industria, la construcción y otros rubros de peso. Sin dudas, estas variables afectaron las compras de combustibles.
Octavio D´Ascanio, presidente de la Asociación Mendocina de Expendedores de Nafta y Afines (AMENA) indica que de acuerdo a un relevamiento realizado por las asociaciones que representan a las bocas de expendio de gran parte del país estos establecimientos vieron disminuir los despachos un 35 por ciento a nivel nacional. “Es por el parate que hay en general”, evalúa.
En los centros urbanos, en cambio, la merma estimada es del 20 por ciento. “En Mendoza, la baja sumando todas las variedades se aproxima a la media: entre un 18 y 19 por ciento”, asegura el dirigente.
La diferencia porcentual se explica por las distintas modalidades de consumo que se realizan en cada área geográfica, ya que en las grandes localidades cobró mayor peso la comercialización de naftas, en detrimento del gasoil. También en los poblados se percibe un alza de las conversiones de gas natural comprimido, por las ventajas de ahorro que ofrece a los automovilistas.
Los empresarios de la actividad no descartan que los incrementos de precio, superiores al 50 por ciento en apenas doce meses, hayan contribuido en la contracción de la demanda. Sin embargo, sostienen que la incidencia de este factor no es determinante en la curva de desplazamiento, a diferencia de otros negocios.
Salvo YPF, que de acuerdo a datos de la Secretaría de Energía sigue ganando en participación – alcanzo el 61 por ciento gasoil y 58 en naftas -, el resto de las marcas advierten un brusco descenso desde principios de año. Apuntan que abril fue el punto de inflexión.