En algunas localidades del interior del país donde hay apenas dos o tres puestos de venta sus titulares se rotan para no tener que trabajar todas las noches y dejar sin combustible a los automovilistas. Ahora plantean el tema a nivel nacional, pese a la negativa del gremio y de las petroleras
Como desde hace algunos años la situación de abastecimiento en las estaciones de servicio es irregular e insuficiente, muchos titulares de estaciones de servicio evalúan retirar el servicio del turno nocturno, con el objetivo de disminuir los costos fijos- principalmente la planta de empleados-, y evitar los robos durante esta parte de la jornada que por lo general es sensible a los hechos de inseguridad.
Alejandro Martorell, Vicepresidente de la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines de la República Argentina (CECHA) considera que “no es una idea descabellada”, teniendo en cuenta los robos que sufren los comercios durante la madrugada y la incidencia de los costos fijos.
Si bien admite que le parece una iniciativa “interesante” y que sin lugar a dudas se va a discutir al interior de las cámaras empresarias del rubro, señala que podría encontrar resistencia por parte del sindicato, ante el temor de que haya despidos y suspensiones, como así también de las petroleras, ya que en los mismos contratos imponen una cláusula en la que se obliga a trabajar durante las 24 horas del día.
Desde las 0 horas hasta las 7 de la mañana, las bocas de expendio despachan apenas el 15 por ciento del combustible que facturan en el mes, pero sin embargo deben abonar los costos fijos como la luz, el agua y el personal, en la misma proporción que durante el día. “Para muchos operadores no es negocio”, advierte el dirigente.
Así y todo, algunos dueños de comercios que manejan grandes volúmenes en stock y están ubicados en zonas estratégicas prefieren seguir funcionando. Antes que dejar un sereno y no trabajar, aseguran que les conviene contratar dos empleados y generar ingresos. Por eso, Martorell explica que la discusión es compleja.
Según cifras de las cámaras empresarias del rubro en enero de 2010 había 4.500 locales dedicados al negocio minorista de los combustibles, mientras que en septiembre de 2012 se registraron apenas 3.813, lo que representa un saldo negativo de 687 establecimientos. “Es por cuestiones de rentabilidad”, apuntó.