Expertos en energía explican que mientras la empresa estatal se mantenga sin cambios en los surtidores el resto de las marcas se ven condicionadas, por cuestiones de mercado, a separarse de sus valores de referencia
El último incremento que aplicó YPF en sus puestos de venta se produjo el 28 de diciembre. A partir de ahí, en coincidencia con el congelamiento de precios que el Secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, arregló con las grandes cadenas de supermercados, las pizarras se mantuvieron estables, a pesar de que la compañía necesita mejorar sus ingresos para concretar el ambicioso plan de inversiones que proyectó para los próximos cinco años.
Según estima el Ingeniero Jorge Gaimaro, directivo del Instituto Argentino de la Energía “General Mosconi” “las petroleras están esperando que YPF se anime a dar el primer paso” para recién a partir de ahí establecer una nueva relación de competencia. Con el dólar y costos de producción en aumento, tampoco es de suponer que esta situación se extienda durante mucho tiempo.
En general, cuenta el especialista, los mínimos ajustes que se perciben en el mercado se produjeron en bocas de expendio del interior del país, donde ya de por sí los precios son disimiles, aunque por la necesidad de los expendedores de adecuar el negocio a los nuevos costos operativos.
Los operadores de YPF, en cambio, deben soportar la imposición de la firma estatal de funcionar bajo el sistema de consignación, por lo se ven obligados a esperar una señal de la empresa antes de corregir los valores de los combustibles. Las otras compañías utilizan el sistema de compra-venta y permiten manejar el importe de los productos a voluntad.
No obstante, Gaimaro comenta que “en el sector petrolero por lo general las empresas siguen a la marca líder”, en este caso YPF, con la particularidad local de que tiene una participación del 58 por ciento del mercado y a la vez es la más barata.
Así y todo, el especialista entiende que “va a haber subas que acompañen la inflación”, como ocurrió en 2012, más allá de que este año sea electoral y el Gobierno presione por mantener los precios. Estima que cada tres meses habrá incrementos al público.