El dueño del comercio está desesperado. Le robaron 360 veces en los 10 años que lleva en el barrio. Algunos fueron muy violentos Cansado de los robos a su estación de servicio pide entrar al Guinness.
El dueño de una estación de servicio de Tolosa, en el Gran La Plata, cansado de los robos, trató de ponerle un toque de “humor” al problema y pidió entrar al libro Guinness de los récords.
Hugo Beber explicó que su comercio fue robado 360 veces en los 10 años que está en el lugar. La mayoría de los robos fueron llevados a cabo por jóvenes armados que en pocos minutos roban la recaudación y escapan.
En el último asalto, el número 360, dos ladrones llegaron a la estación de servicio de las calles 13 y 520. Una vez adentro del «Shop» amenazaron al empleado y a un playero que descansaba y exigieron la recaudación. Los delincuentes estaban armados con un revólver y un cuchillo y se llevaron alrededor de 500 pesos en efectivo y los celulares de las víctimas.
Ambos ladrones actuaron con gorras y parte de la cara cubierta. Sabían dónde estaban las cámaras de seguridad y en todo momento las esquivaron. El robo 360, el que marcó el récord para el comerciante, quedó filmado en las cámaras de seguridad.
Violencia
Hace unos años atrás, la estación fue asaltada pero el ataque además incluyó ribetes un tanto dramáticos. Es que los delincuentes -tras alzarse con 250 pesos- cubrieron su retirada a los tiros, luego de que uno de los clientes amenazara con agarrar un arma de fuego, que supuestamente guardaba en su auto, para defenderse de los ladrones.
En aquella oportunidad, Beber señaló que el cliente damnificado «para asustar a los ladrones dijo “voy a agarrar un `fierro` que tengo en el auto` para asustarlos. Pero la frase provocó un efecto distinto al esperado».
En tal sentido, el hombre puntualizó que los ladrones salieron corriendo, pero inesperadamente el que tenía el revólver, mientras se alejaba, empezó a los tiros contra los clientes y el playero. Y de milagro no ocurrió una desgracia.
Citó al respecto que «no sabemos si disparó al aire o, si no tuvo puntería, pero es lo mismo. Fue un milagro» y acotó que «el empleado me comentó que el ladrón gatilló cinco veces, pero sólo salieron dos disparos».