El especialista sostiene que los ajustes de precios en las estaciones de servicio no inciden de manera directa sobre el conjunto de bienes de la economía. En el caso del gasoil explica que tiene un peso mayor debido a que las empresas de transporte lo utilizan como insumo principal
Dante Sica, titular de la consultora Abeceb.com y economista, asegura que “el impacto del alza de los combustibles sobre la inflación no es muy elevado”. Esto se refleja claramente en las naftas, no así en el gasoil grado 2. El investigador considera que “si aumenta demasiado su precio afecta al transporte público”, y en consecuencia, a otros productos y servicios, aunque aclara que “este rubro hoy goza de subsidios por parte del Gobierno Nacional”.
“Cada segmento de la producción tiene una estructura de costos particular. No se podría generalizar el efecto”, indicó el especialista. Puso como ejemplo el sector agrario, donde el diesel representa un insumo muy importante. En otras actividades, en cambio, sobre todo las ligadas a los servicios, casi que no se sufren coletazos por los ajustes en las bocas de expendio.
Sica explica que “detrás del proceso inflacionario tenemos un crecimiento de la demanda impulsada principalmente por políticas fiscales, de ingresos y monetarias pro-consumo, que estuvieron muy por encima de las posibilidades de expansión de la oferta doméstica”. Desde su punto de vista, el principal factor que está motivando los aumentos en los supermercados tiene que ver con la emisión monetaria orientada a financiar el déficit fiscal y el pago de la deuda pública. Para tener una idea de la magnitud, indicó que “en el año 2012 casi el 50 por ciento del aumento de la base se destinó al sector público”. Por eso, “a pesar de que la economía casi no creció, la inflación se ubicó cerca del 25 por ciento”.
De hecho, en los últimos años la evolución de los precios de las naftas se mantuvo disociada de los índices que miden las consultoras privadas. Según datos de la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines de la República Argentina (CECHA) el litro de la nafta Súper de YPF en la Capital Federal pasó de $1,864 en 2003 a $1,889 en 2007. Si bien durante esta etapa la inflación fue baja, superó con creces la tendencia de los combustibles.
También de acuerdo a datos de la entidad, en 2008 esta misma variedad de nafta se ofrecía a $2,65 el litro, momento en que la inflación empezó a ser de dos dígitos. Ya en 2009 el combustible escaló 45 centavos hasta llegar a los $3,10 y un año más tarde se posicionaba en $3,92. En 2011 se comercializaba a $4,82 y el año pasado escaló en algunas zonas del interior del país hasta un 40 por ciento y llegó a $6,25. Hoy roza los 8 pesos en todo el país.