Al peligrar la continuidad de las plantas Pymes, el Estado dejaría de recaudar 20 millones de dólares mensuales en concepto de impuestos internos; por eso en el sector exigen nivelar el trato impositivo con el gasoil importado. Desde enero del 2013 a la fecha el combustible en surtidor aumentó un 45 por ciento, mientras que el biodiesel ajustó apenas un 7.
Los productores de Biodiesel atraviesan su peor momento desde que comenzaron las actividades, luego de la sanción de la ley de biocombustibles 26.093, sancionada en 2006 por el entonces presidente Néstor Kirchner. De acuerdo a datos del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) las exportaciones se derrumbaron un 90 por ciento en diciembre del año pasado respecto del mismo mes de 2012, afectando principalmente a las compañías grandes e integradas.
En lo que a las Pymes respecta, que son más de 25 en el mercado y se dedican en exclusiva al negocio local entregando productos a las petroleras para que lo corten con gasoil en un 8 por ciento, el panorama es aún más crítico: dejaron de producir a comienzos de marzo, aplicaron suspensiones de personal y de a poco se empieza a hablar de despidos.
Cuatro firmas radicadas en distintas provincias del interior del país ya presentaron el procedimiento preventivo de crisis: Bioenergy, El Albardón, Diferoil y Bionogoyá. Como era de esperar, las inversiones programadas por capitales locales y extranjeros quedaron en stand by.
¿Cuáles son los problemas que atraviesa la actividad? En agosto de 2012 el Gobierno intervino el mercado bajando los precios y dejando sin efecto la fórmula que brindaba previsibilidad de mediano y largo plazo. Se sumó a principios de 2014 la devaluación de la moneda, que disparó en un 20 por ciento los costos de los insumos importados, siendo el metanol y el aceite de soja los de mayor incidencia en el proceso de producción.
Lejos de colaborar, la Unidad Ejecutiva de Monitoreo, ente encargado de regular la industria, demora la publicación de los precios desde diciembre. En la actualidad los productores de baja escala cobran apenas un 4 por ciento más por tonelada que en mayo de 2012, cuando las petroleras pagaban 5.472 pesos. Las grandes e integradas, en cambio, reciben un 18 por ciento menos que en ese entonces.
En este contexto, en el sector se preguntan: ¿Por qué el Gobierno no reemplaza las importaciones de gasoil importado con biodiesel? En principio, vale aclarar que el combustible de origen vegetal paga un 41 por ciento de impuestos, lo que hace que para las destilerías, encargadas de realizar la mezcla, sea más caro que el combustible traído del exterior, exento de impuestos.
Las necesidades de caja de YPF agregan su cuota de resistencia: desde hace al menos dos años las autoridades privilegian abaratar los costos de la empresa estatal, que es el jugador con mayor participación de gasoil, cercana al 60 por ciento, antes que salvaguardar una industria que emplea a más de 4.500 personas.
En definitiva, el Gobierno no quiere desprenderse de los 20 millones de dólares mensuales que aportan 885.000 toneladas de biodiesel que se consumen en el país. Sólo desgravando el 41 por ciento de ITC que pagan los productores podría el Biodiesel ser sustentable en la matriz energética.
De acuerdo a información de mercado el biodiesel sin impuestos costaría apenas $6,55 el litro, cifra que pasaría a ser rentable para las refinadoras de combustibles. ¿Por qué el Gobierno se resiste a nivelar el trato impositivo? No se explica, ya que tarde o temprano los jugosos ingresos fiscales se perderán, cuando cierren las plantas.
De todas maneras, empresarios del rubro aclaran que siendo que el 49 por ciento de las acciones de YPF pertenecen a grupos privados, apenas un tercio de esta renta queda en manos de la nación. Para evitar esta caída de los ingresos, exigen bajar a cero la carga tributaria.
Por otra parte, los funcionarios se ven influenciados por el lobby de las automotrices, que en general se muestran reticentes a seguir incrementando la utilización de biocombustibles en más de un 10 por ciento por litro de gasoil, así como de las compañías petroleras, que prefieren continuar con el esquema de productos tradicionales antes que sumar un nuevo competidor.
Números de la industria
Estalla la crisis en la industria del Biodiesel: anuncian suspensiones y despidos de personal
Empresas de Biodiesel piden fomentar la mezcla con gasoil en el mercado interno