El escalonamiento de los combustibles desde la sanción de la Resolución 35/2013 no modificó la disposición de las marcas en el escenario de precios. Salvo excepciones, Shell sigue siendo la más cara e YPF la más barata. En algunas regiones, la estatal no modifica los valores desde hace dos meses.
Asimilar las consecuencias de la Resolución que le puso tope a los precios de los combustibles llevó algún tiempo. La vorágine de los primeros días modificó el posicionamiento que las marcas ocupaban tradicionalmente en el mercado pero al cabo de cinco meses todo volvió al mismo lugar: YPF sigue siendo la más barata y Shell la más cara.
La sanción de la normativa que lleva el cuño de Guillermo Moreno transparentó el aprieto que sacudía a la estatal, víctima de un devastador incendio que afectó la producción del Complejo Industrial La Plata. La necesidad de importar para dar respuesta al consumo interno demandaba un reacomodamiento de precios urgente que llegó de la mano de la 35/13, cuyo impacto en los surtidores significó un aumento promedio del 12 por ciento desde abril.
La paridad con el resto de las pizarras sin embargo, no pudo modificar otro de los objetivos de la norma: frenar la afluencia de autos a las estaciones de servicio de la petrolera estatal. Según datos oficiales, el share sigue firme en el 55 por ciento obligando a la compañía a mantener las compras desde el exterior.
Por lo visto YPF no tiene previsto modificar este aspecto. En algunas regiones la empresa no corrige los precios desde hace dos meses y sólo efectuó ajustes puntuales en pocas ciudades como Mendoza y La Plata, donde la brecha con la competencia la había dejado relegada. “Seguimos teniendo los precios más bajos” repiten como un latiguillo desde la estatal.
Shell, en tanto se ubica en el otro extremo. El sustento de esta decisión lo explicó su presidente, Juan José Aranguren, quien calificó de «ilegitima» la resolución del Gobierno. El ejecutivo alertó que sólo respetará la disposición sobre los valores máximos «en la medida en que tenga aplicación sobre la política comercial de la compañía», aunque admitió que, «en gran parte del país, los precios de los productos de la empresa son superiores a los de algunos» de sus competidores.