Especialistas en energía sostienen que el tope que dictaminó la Secretaría de Comercio Interior a las naftas está íntimamente ligado al congelamiento en las cadenas de supermercados. Hasta ahora, si bien se aplicaron incrementos en los surtidores, las estaciones se vieron perjudicadas por las subas de costos de las petroleras.
Quedan apenas nueve días para que venza la Resolución 35, aquella medida que aplicó Guillermo Moreno en abril de este año con el supuesto objetivo de frenar la escalada de los combustibles. Debido al impacto que genera en el mercado de las bocas de expendio, hay gran incertidumbre en el sector acerca de lo que pueda ocurrir llegando al 9 de octubre: ¿Se extenderá por otro período o quedará finalmente sin efecto?
El ex subsecretario de combustibles durante la gestión de Néstor Kirchner, Cristián Folgar, considera que esta disposición en realidad estuvo asociada a los controles de otras mercancías de la economía, haciendo referencia al congelamiento implementado en los supermercados. “Si uno saca una medida de este tipo en los productos básicos y no la pone en los combustibles es un contrasentido”, sostuvo. Siguiendo la idea, recordó que la Resolución 35 fue anunciada días después de que el Gobierno firmara convenios con las cadenas comerciales.
Por eso, a su entender el tope dependerá de lo que se decida a nivel general. Hasta el momento este sistema de restricciones no sirvió para frenar la inflación ni tampoco para controlar los combustibles. Folgar entiende que “no tuvo mucho impacto” aunque le llamó la atención que no se hayan difundido los valores máximos permitidos en su momento.
En definitiva, el ex funcionario analiza que se trató de una estrategia para no perjudicar a YPF en su plan de inversiones, programado a partir de la generación de recursos propios con aumentos de precios. “Aun así se han movido el resto de las empresas, con lo cual no quedó del todo claro que nivel de cumplimiento se buscó”, cuestiona.
Mientras tanto, las estaciones que operan en reventa redujeron drásticamente el margen de ganancia durante estos cinco meses, a pesar de que ya estaban en niveles bajos. Esto se debe a que los proveedores remarcaron los costos incluso cuando los comercios llegaron al tope establecido en la región. Aseguran que la disminución del beneficio ronda el 20 por ciento.
Los precios aumentan pero el posicionamiento del mercado no cambia